Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

Pregunte sin pena

Autor:

Mileyda Menéndez Dávila

A.S.: Hace un año terminé mi matrimonio de diez, cuyo fruto es un maravilloso niño. Los últimos tiempos fueron de maltratos, distanciamiento sexual y anorgasmia por mi parte. Hace poco conocí a un hombre. No pienso en el ex y hemos hecho el amor cuatro veces. La primera fue la mejor. En las otras no tuve orgasmo, excepto la última, cuando lo logré en un segundo intento. Pero no me siento bien conmigo misma, porque tengo mi propio concepto del placer

Lo primero que debes hacer es no exigirte tanto. En todo caso, seguir explorando para aprender a amar a este hombre nuevo en tu vida. De las ocasiones donde funcionaste plenamente podrás sacar las lecciones para el futuro.

Esos «propios conceptos del placer» a veces desconocen la dinámica de la vida. Vas bien. Ten en cuenta el brevísimo tiempo de esta unión. Es posible que él se adelante respecto a ti; que no siempre acierte con la caricia efectiva; que no sepas pedirle lo que te colma, etc. Las relaciones duraderas se van construyendo en su devenir y ustedes no son una excepción.

Tal vez temes arrastrar la dificultad orgásmica de antes como una secuela del matrimonio. Esto solo sucedería si dejas que tal temor ocupe tu mente durante el acto amoroso.

Cuando se dice que la anorgasmia (dificultad para conseguir el éxtasis amoroso durante seis meses o más) es una disfunción, se señala que esta aparece según determinadas circunstancias. El orgasmo es un clímax de goce resultante de múltiples placeres previos. Con tu esposo anterior tales placeres se extinguieron, pero ahora florecen como tus orgasmos.

Mariela Rodríguez Méndez, máster en Psicología Clínica y psicoanalista

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