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Habían transcurrido poco más de 24 horas de publicarse el reportaje titulado La vieja gran estafa, cuando directivos de la Empresa de Taxis de la capital se personaban en este diario para dar respuesta a las deficiencias de esa entidad denunciadas en el trabajo.
«Cada vez que sale un taxi a la calle a brindar servicio a nuestra población está representando a la Empresa, y situaciones como las que ustedes encontraron empañan nuestra imagen y sobre todo el trabajo que realizan dignamente otros obreros», manifestó el director de PANATRANS, Armando Reyes.
La medida que tomó la administración fue separar de su puesto de trabajo a los conductores implicados en los hechos, ya que no tiene justificación adulterar el precio del pasaje a la población.
«Tenemos una lucha constante con este tipo de infracciones; nuestros autos están pintados todos del mismo color para que el cliente pueda identificarlos en la vía, pero además, hemos puesto una pegatina en las puertas traseras de los taxis donde se indica la tarifa fijada según el kilometraje; esta pegatina no puede faltar en ninguno», añadió Reyes.
En la vía pública, al terminar el servicio social en hospitales, funerarias o contratos empresariales, el chofer debe cobrar por el recorrido inicial tres pesos por pasajero hasta los primeros tres kilómetros. A partir de este se cobrarán 40 centavos por kilómetro hasta 10 km. Y en trayectos mayores, 60 centavos después de los tres primeros kilómetros.
El director de Supervisión y Auditoria de PANATRANS, Armando Rodríguez, informó que semanalmente estos autos se inspeccionan, y que está prohibida la prestación de servicio sin taxímetro.
«El cliente tiene la obligación de exigir su derecho a pagar lo marcado por el taxímetro. No puede ocurrir que el chofer te diga que le des lo que quieras, o pedirle el dinero que estime por la carrera. Eso es un acto ilegal que va contra las normas establecidas por la entidad», aseguró.
Los trabajadores de la Empresa manifestaron su rechazo a esas actitudes, pues nada tienen que ver con gestos e iniciativas de alta sensibilidad social acordados en común, como el de no cobrarles el servicio a los enfermos que requieren de diálisis renal y a sus familiares.
