BAYAMO.— El XVIII Festival Nacional de artistas aficionados de la FEU llegó anoche a su fin, después de una semana de intensas jornadas de presentaciones en universidades, teatros y comunidades de seis municipios granmenses.
El evento, que contó con el concurso de unos 500 alumnos de la Educación Superior de todo el país, se extendió a puntos de Bayamo, Manzanillo, Río Cauto, Guisa, Jiguaní y Yara; y comprendió visitas a lugares históricos e intercambio con niños hospitalizados, estudiantes de preuniversitario y vecinos de los barrios.
Carlos Lage Codorniú, presidente de la FEU, elogió la víspera en Bayamo que el certamen haya traspasado los escenarios de competencia, y reconoció que el movimiento de aficionados puede ayudar a cambiar las maneras de concebir la recreación, que durante años han sido estrechas en varias casas de altos estudios.
El dirigente exhortó a mantener viva en las universidades y más allá de sus muros la llama de la cultura, por su trascendencia espiritual y su importancia estratégica para la nación cubana.
Celebró el hecho de que estos eventos se hayan mantenido y revitalizado con esta edición en Granma, después de una época en que escasearon al máximo los instrumentos y se relegara el papel de los aficionados a presentaciones en fechas esporádicas.
En el festival, primero que tiene lugar después del VII Congreso de la FEU, estuvieron presentes jóvenes de otras nacionalidades que estudian en Cuba y aficionados de más de cien municipios.
Al cierre de esta edición se entregaban, en la gala de premiaciones, reconocimientos a los más destacados en las distintas manifestaciones (danza, música, teatro y arte circense) y el pergamino La Voz del Festival.
