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La Federación de Asociaciones Culinarias de la República de Cuba (FACRC) arribará el 26 de enero al aniversario 30 de su reorganización, inmersa en el rescate y proyección internacional de la cocina cubana, informa la AIN.
Con más de 80 mil asociados en todo el país, el 53 por ciento féminas, constituye otra prioridad la superación técnico profesional de la membresía, para garantizar la calidad en la elaboración de los alimentos con el aprovechamiento racional y óptimo de las materias primas.
En declaraciones a la AIN el chef Eddy Fernández Monte, su presidente, señaló como propósitos para el 2011 continuar elevando la cultura de esos hombres y mujeres en temas de nutrición y hábitos alimentarios, y promover la cocina cubana a través del proyecto Artechef.
Este consiste en un restaurante-escuela ubicado en calle Tercera y A, en el Vedado, en la capital, donde se brindan servicios gastronómicos a la población, así como cursos y talleres nacionales e internacionales a los profesionales del sector.
La organización trabaja intensamente la cocina no profesional, en aras de aumentar la calidad de vida del pueblo, y pretende concluir este año el Atlas Culinario de Cuba y sus platos típicos y tradicionales por regiones, informó el federativo.
El 26 de enero se celebra el aniversario 30 de la reorganización de la FACRC pues ese día de 1981, en el Salón de Embajadores del Hotel Habana Libre y ante personalidades del Estado y el Gobierno, quedó constituida la Asociación Culinaria de la República de Cuba.
Años después se denominaría Federación de Asociaciones, y ésta hoy pertenece a la Asociación Mundial de Sociedades de Chef, a la Academia Culinaria de Francia y a la Asociación de Restauradores y Gastronómicos de las Américas, acotó Fernández Monte.
La fundación de la Federación tuvo dos momentos: «el primero, en 1971-72, cuando con el chef Doctor Honoris Causa Gilberto Smith Duquesne, nuestro Presidente Vitalicio, ya fallecido, se creó una asociación que fomentara los fondos exportables del país, dijo el Chef Carlos Otero Pérez, vicepresidente de la institución.
Destacó que desde ese primer instante se pretendió agrupar a todos los culinarios cubanos en una sola organización, dedicada a rescatar la cocina nacional, recuperar la imagen y ética de la profesión y a la superación técnica profesional, entre otros objetivos.
El segundo momento ocurrió cuando de manera oficial, en abril de 1980, la Federación de Asociaciones Culinarias de la República de Cuba se inscribe en el Registro de Asociaciones del Ministerio de Justicia, puntualizó Otero Pérez.
Arduo ha sido el trabajo en estos 30 años, dijo, pero con la satisfacción de haber cumplido con los sueños de su fundador, por lo cual tenemos una institución fuerte y reconocida tanto en el ámbito nacional como internacional, y aunque se avecinan momentos difíciles los culinarios continuaremos con la misma firmeza revolucionaria.
