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La peña campesina Wilfredo Sacerio, entre las señas de identidad del acontecer cultural cienfueguero. Autor: Julio Martínez Molina Publicado: 21/09/2017 | 05:05 pm
CIENFUEGOS.— Más que una peña, las parrandas que montan cada domingo en la mañana en el parque Villuendas, de Cienfuegos, los mejores artistas de la música campesina de esta provincia, son una institución de la cultura cienfueguera.
A los 80 años de surgida, constituye la más antigua de su tipo aún activa en el país.
Tantos aguaceros después de que el barbero Cleto Capote la armara en su casa de Calzada y Cuba, una Nochebuena de 1930, permanece viva, incólume, con un público fiel, vibrante. Atenta al pulso de la época, al signo del momento y los hombres que lo habitan.
Su director desde 1990, Alberto Morffa, recuerda que adquiere la denominación de Peña Wilfredo Sacerio, en honor a ese poeta improvisador cienfueguero, conocido como el Ruiseñor de Arizona, quien revitalizara y fuera un excelente promotor de la expresión musical.
«Nuestro espacio ha tenido varias etapas, pero si un denominador común las interconecta en cada uno de sus períodos —sobre todo después del triunfo de una Revolución que inscribe a este arte entre las prioridades de su política cultural—, es su sensibilización con las urgencias del momento histórico», considera Morffa.
«Como decía Naborí, si algún día se perdieran los libros de historia de Cuba, con sus décimas podría rehacerse, en tanto vocera de los procesos de formación de nuestra identidad nacional».
La peña es como un tronco madre a partir del cual se articula un movimiento dirigido a fomentar la manifestación; amén de centro gestor de concursos, eventos, confrontaciones artísticas…
«Es un fenómeno palpitante cuyo público sistemático, o sea, la familia parrandera, mantiene prendida su llama. Y creo que así será por mucho tiempo», reflexiona Morffa.
