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La más especial de las enseñanzas

Cuba cuenta con un sistema de enseñanza especial que forma parte de la política educativa del país, signada por el respeto a la diversidad y la igualdad de posibilidades para todos los ciudadanos

Autor:

Margarita Barrios

Con paciencia y altruismo sin límites, miles de maestros se aprestan cada día a enseñar a aquellos seres humanos a los que la vida les hizo, unas veces más difícil, otras, más largo, el camino para acceder al conocimiento.

Para acompañarlos, orientarlos, estimularlos, tanto a ellos como a su familia, se creó hace 50 años un sistema de educación tan especial como suelen ser estas personas, que pretende desarrollar todas sus potencialidades y propiciarles ser útiles a la sociedad, pero, muy particularmente, a sí mismos.

La tristeza de quedar olvidados en un rincón —donde nadie pueda verlos— quedó atrás después del triunfo de la Revolución. Eso no sucede en Cuba. Convivir con ellos, y darles todas las oportunidades posibles, hace que nuestro país tenga uno de los sistemas educativos más justos del mundo, porque no excluye a nadie. Lo del acceso universal y gratuito a la enseñanza es también un derecho para ellos.

«La Educación Especial, más que un tipo de enseñanza, implica una política educativa que requiere de una didáctica para personas con necesidades educativas especiales. Es una forma de enseñar enriquecida por el empleo de todos los recursos necesarios, los apoyos y la creatividad de un docente bien preparado.

«Es enriquecedora, porque conduce y transforma, desarrolla el ritmo peculiar de cada alumno y optimiza sus posibilidades», expresó Moraima Orozco Delgado, directora nacional de Enseñanza Especial.

La funcionaria asegura que la enseñanza especial más que una red de escuelas, es un sistema que se interrelaciona con todas las enseñanzas y brinda a cada educando la atención que requiere en cualquier lugar donde se encuentre.

«Tienen la misma oportunidad que el resto de sus coetáneos, pueden acceder a la educación Primaria y Secundaria Básica inclusiva, de calidad y gratuita.

«El objetivo es que aprendan a partir de desarrollar todas sus potencialidades, que se les presten los apoyos necesarios con una fuerte implicación en la preparación laboral, para que alcancen habilidades para la vida y se puedan integrar a la sociedad.

«Los estudiantes reciben el mismo programa de estudios de la enseñanza general y se integran otras asignaturas que les permiten, según sus dificultades, aprender con los retos que les ha impuesto la vida, pero no quedan excluidos, sino que se incluyen con el fin de proporcionarles su participación plena, en igualdad de condiciones.

«Para ello se elaboran textos, programas, orientaciones metodológicas para los maestros, cuadernos de trabajo, así como también aulas para la logopedia y talleres para que desarrollen sus habilidades manuales», explicó Moraima.

«También, en coordinación con el Ministerio de Salud Pública, recibimos equipamientos para la atención a las diversas patologías: auditivos, tecnológicos de todo tipo, que nos permiten realizar mejor nuestro trabajo.

«Tenemos asignaturas específicas, que les proporcionan a los educandos la compensación y corrección. Se les facilita el aprendizaje del Sistema Braille a los ciegos y débiles visuales; en el caso de los sordomudos se les enseña la lengua de señas, y para los autistas el habla signada, entre otros medios alternativos para la comunicación».

La especialista puntualizó que un elemento importante son los Centros de Diagnóstico y Orientación, en los cuales se asegura la evaluación correcta de los niños y niñas, se distingue cuáles son las necesidades y qué apoyo se les puede brindar, ya sea desde la enseñanza regular o especial, y significó que el país cuenta con 203 equipos multidisciplinarios integrados por 1 112 especialistas.

«Estos equipos, de conjunto con el Ministerio de Salud Pública, trabajan en la detección e intervención de las necesidades educativas especiales, y también en la prevención para reducir nuevas discapacidades.

«También se atiende a la familia, que es sin dudas un elemento fundamental en todo el proceso educativo, no solo para que coopere con la formación de sus hijos, sino por las afectaciones psicológicas que pueda tener, así como para asegurar su protección y asistencia».

Entre los logros de esa enseñanza destacó la formación, desde 1981, de maestros especialistas de nivel superior en Defectología, los cuales no solo laboran en las escuelas especiales, sino como maestros de apoyo en centros escolares donde se encuentran insertados alumnos con necesidades educativas especiales.

«La Licenciatura en Educación Especial, que se imparte en las universidades de Ciencias Pedagógicas, es una carrera que alcanzó la categoría de acreditada, lo cual nos llena de orgullo y dice mucho del nivel que han alcanzado nuestros maestros terapeutas.

«Además, contamos con un número importante de docentes que han logrado su título de máster en esa especialidad, y ya tenemos también cien doctores», destacó.

Más adelante, Moraima reconoció que estos logros de la Educación Especial no serían posibles sin la integración de todos los sectores de la sociedad en el plan de acción nacional para la atención a los discapacitados, con las diversas asociaciones como la de Limitados Físico-Motores (Aclifim), la de sordos (Ansoc) y la de ciegos (Anci); así como con el programa de empleo para personas con discapacidad, establecido en 1997.

Educa a tu hijo

De inédita en el mundo calificó Moraima Orozco la experiencia que se realiza con el Programa Educa a tu hijo, que atiende a los niños y niñas en edad prescolar a través de vías no institucionales.

En este sentido, la funcionaria explicó que la atención temprana a los pequeños con alguna necesidad educativa especial es fundamental, incluso alcanza un carácter preventivo.

Destacó que en este trabajo se vincula el Centro de Referencia Latinoamericano para la Educación Prescolar (Celep) y el Centro Latinoamericano y Caribeño para la Educación Especial (Celae). «Se realiza la preparación de las promotoras y ejecutoras del programa en la comunidad, con la ayuda de los docentes de la enseñanza especial.

«Hay más de 6 000 niños y niñas de cero a seis años identificados en todo el país, a los cuales se atiende a través de este programa», puntualizó.

Además, explicó que ese sistema de enseñanza participa en el programa social que brinda apoyo a las madres que no pueden trabajar porque sus hijos tienen discapacidades severas y no pueden acudir a los centros escolares.

Inclusión y atención

Si bien el país cuenta con 372 escuelas especiales, con una matrícula de 39 340 estudiantes y 15 703 docentes, hay más de 70 000 alumnos que son atendidos en todo el sistema general de enseñanza.

«Cada año transitan de nuestros centros hacia la enseñanza regular unos 4 000 estudiantes, mientras entre 80 y 100 son entregados anualmente a la Educación Superior», dijo.

En este mismo sentido explicó que la Logopedia y la Psicopedagogía tienen hoy una nueva mirada, con la participación de estos profesionales en la educación Preescolar y Primaria, como atención preventiva.

Igualmente, la especialista puntualizó que los infantes con estas necesidades disminuyen en el país, debido al alto desarrollo que ha alcanzado la salud pública.

Moraima insistió en que uno de los retos de la Educación Especial es lograr la orientación vocacional de todos estos jóvenes. «Alentar sus posibilidades de empleo, para proteger el derecho al trabajo de estas personas, y lograr su ubicación en las labores que puedan realizar, lo mismo por cuenta propia que en el sector público, en las empresas.

«Otro desafío que tenemos es perfeccionar todo lo que hacemos en materia de preparación laboral, para que nuestros educandos logren su plena integración social, que es el objetivo supremo de esta enseñanza».

Datos que son orgullo

Antes del triunfo de la Revolución solo existían en el país ocho escuelas dedicadas a la enseñanza especial, con 20 docentes que atendían a 134 niños. El 4 de enero de 1962 se inauguró el subsistema de Educación Especial, que hoy cuenta con 396 centros y una matrícula superior a los 40 000 estudiantes.

El subsistema atiende a los escolares que presentan diagnóstico de retraso mental, retardo en el desarrollo psíquico, autismo, trastornos del lenguaje, baja visión o ceguera, sordera o hipoacusia, sordoceguera, limitaciones físico-motoras y trastornos de conducta.

La escuela no es la única modalidad de atención. Los estudiantes que no pueden asistir a un centro por determinadas características de su patología, reciben las clases en sus casas a través de los maestros ambulantes; de igual forma, se ha considerado la atención para los que permanecen mucho tiempo ingresados en los hospitales.

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