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Apagones y megapagones

Ni las redes eléctricas más robustas y protegidas, controladas por sistemas automatizados y programas informáticos avanzados en manos de personal calificado y experimentado, escapan a los apagones. La práctica lo demuestra

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Juventud Rebelde

La energía eléctrica es esencial para la vida moderna. Después de «producida» en las unidades generadoras es llevada a los usuarios a través de la red eléctrica, que está constituida por líneas de transmisión y distribución, subestaciones, dispositivos de seguridad, transformadores y otros equipos. Posteriormente están los aparatos para el uso final de la energía en la climatización, cocción, iluminación, etc. El control de las operaciones de generación, transmisión y distribución de la energía eléctrica, se hace desde los Despachos de Electricidad empleando sistemas informáticos avanzados.

A veces el servicio eléctrico se interrumpe provocando molestias a los usuarios e impactos económicos. Los cortes de electricidad, conocidos popularmente como apagones, se deben a causas naturales (tormentas invernales, olas de calor o huracanes), fallas tecnológicas, déficit de capacidad generadora o errores humanos. Han ocurrido colosales interrupciones eléctricas que han afectado a millones de personas, conocidas como megapagones, en países como Italia, EE.UU., Alemania, Brasil y Canadá, entre otros. En los países desarrollados los megapagones ocurren con más frecuencia de lo que nos imaginamos.

Megapagones en EE.UU.

Estados Unidos de América es un país desarrollado y posee un sistema eléctrico interconectado, robusto y confiable. Pero no es invulnerable a los apagones. Entre 1965 y 2011 ese país ha sufrido megapagones que han afectado a cientos de millones de personas y provocado cuantiosas pérdidas económicas. El 9 de noviembre de 1965, uno de estos afectó a casi toda la ciudad de Nueva York, a otros estados de la costa este y a gran parte de la provincia de Ontario, en Canadá. Duró 13 horas en varios sitios y la demanda dejada de satisfacer fue de 20 000 MW (megawatt). La causa fue un error humano. Días antes del suceso los técnicos colocaron un dispositivo de protección conocido como «relé», ajustándolo a un valor muy bajo de la intensidad de la corriente permitida para que se «abriese». Al aumentar la demanda creció la intensidad de la corriente y superó el valor permitido por el «relé» el cual se «abrió» y desconectó la línea. Al fluir la energía hacia otras líneas de transmisión estas se sobrecargaron y se «abrieron», dejando sin servicio a 30 millones de personas.

El 13 y el 14 de julio de 1977 Nueva York estuvo 26 horas a oscuras. La causa fue la caída de un rayo sobre una torre de la línea de transmisión de 345 kV (kilovolt). El sistema eléctrico del área colapsó y nueve millones de clientes quedaron sin servicio. Durante ese incidente hubo desórdenes públicos y saqueos.

El mayor megapagón en EE.UU. ocurrió el 14 de agosto de 2003. El contacto entre un árbol y una línea de 345 kV provocó una interrupción local del servicio y la apertura de varios circuitos hasta alcanzar una vasta región y afectar a 55 millones de personas. Otros hechos semejantes en EE.UU. fueron los del 22 de diciembre de 1982, por un accidente en una subestación, y los «apagones» planificados durante el año 2001 por déficit de capacidad generadora, ambos en California. El huracán Katrina, en agosto de 2005, y recientemente la «supertormenta» Sandy, dejaron a millones de personas sin servicio eléctrico.

Tormenta geomagnética

El 13 de marzo de 1989 seis millones de personas quedaron a oscuras en Quebec, Canadá. La causa fue una tormenta geomagnética debido a la mayor eyección de masa coronal en 50 años, ocurrida cuatro días antes en el Sol. El chorro de partículas eléctricamente cargadas enviadas por el Sol hacia el espacio, llegó a la Tierra e interactuó con las líneas de alta tensión provocando fluctuaciones de la tensión eléctrica. Los «despachadores» de Hydro Quebec lucharon por mantener controlada la situación, pero a las 2:44 a.m. el campo magnético terrestre fluctuó violentamente. Se activaron los dispositivos de protección de las redes y se produjo el megapagón.

Súper megapagones

El 30 y el 31 de julio de 2012, India sufrió fallas en sus redes eléctricas que provocaron los mayores megapagones de la historia. Quedaron a oscuras cientos de millones de usuarios. Otros ni se enteraron, pues carecen de servicio eléctrico. Los megapagones de India superaron a los de Indonesia (agosto de 2005) y Brasil (marzo de 1999). Superaron también a los provocados por el impacto del terremoto y tsunami que afectaron a Japón en marzo de 2011 y causaron el accidente nuclear de Fukushima.

El 30 de julio a las 2:35 a.m., hora de India, una línea de 420 kV se disparó y desencadenó una cascada de fallas que llevó a varias termoeléctricas a salir de servicio dejando de cubrir una demanda de 32 000 MW. Se ha dicho que el mal funcionamiento de un «relé» cerca del Taj Mahal el 31 de julio, fue la causa del segundo megapagón. Este dejó a más de 330 millones de personas sin servicio eléctrico. El 1ro. de agosto la alta demanda de electricidad sobrecargó una línea de 400 kV en el estado de Uttar Pradesh y estuvo a punto de causar un megapagón por tercer día consecutivo. Los despachadores evitaron el colapso desconectando circuitos alimentados por esa línea de transmisión.

«Apagón» voluntario

La Hora del Planeta, un evento concebido por el World Wide Fund For Nature (WWF, por sus siglas en inglés) en Australia, es un apagón voluntario a nivel planetario. Se celebra cada año a finales de marzo y la voluntariedad implica la no interrupción de la circulación de energía por las redes. Se llama a los usuarios del sector residencial y empresarial, a apagar sus luces y abstenerse de usar sus electrodomésticos durante una hora. El objetivo es llamar la atención sobre la necesidad de ahorrar energía para disminuir las emisiones contaminantes y mitigar el cambio climático. El 31 de marzo de 2012 se unieron al evento cientos de millones de personas de 6 950 ciudades en 152 países y territorios. La efectividad real de este autoapagón es cuestionable, aunque las compañías eléctricas reconocen reducciones del consumo eléctrico y de la demanda máxima durante La Hora del Planeta en algunos países.

En Cuba

Como en otros países afectados por ciclones y huracanes, en el nuestro ocurren recurrentemente interrupciones eléctricas debido al derribo de las líneas aéreas por los vientos asociados a estos fenómenos. En agosto de 2004, Pinar del Río estuvo siete días a oscuras cuando el huracán Charley abatió 28 torres de alta tensión y la provincia quedó aislada del Sistema Electroenergético Nacional (SEN). En el 2008, Gustav provocó grandes daños en la infraestructura eléctrica de la Isla de la Juventud y Pinar del Río. Sandy afectó recientemente, de manera considerable, el tendido eléctrico en Holguín y Santiago de Cuba. Sin embargo, hoy el SEN es más resiliente ante catástrofes naturales gracias a la Generación Distribuida, un programa implementado a partir de la Revolución Energética.

Durante los años 90 tuvimos apagones planificados cuya causa principal era la falta de combustible debido a la pérdida del suministro procedente de la desaparecida Unión Soviética. Al recuperarse el país y crearse el Programa de Ahorro de Electricidad en Cuba y el Programa de Ahorro de Energía del Ministerio de Educación en 1997, las afectaciones fueron más cortas y esporádicas.

En mayo de 2004 hubo apagones por déficit de capacidad generadora. Las causas fundamentales fueron la obsolescencia de algunas de las termoeléctricas y la salida imprevista de servicio de la central Antonio Guiteras por problemas técnicos. La Revolución Energética permitió eliminar los apagones por déficit de capacidad generadora. Hoy el país posee suficiente combustible y potencia de reserva lista para entrar en línea si se requiere.

El robo de angulares también ha originado interrupciones del servicio eléctrico, de gran impacto. El 24 de agosto de 2006, el servicio eléctrico de la capital, Pinar del Río y parte de la antigua provincia de La Habana, se afectó durante tres horas por una avería cuyo origen estuvo en el robo de angulares de las torres de alta tensión. Las averías sufridas por cuatro de esas torres en Matanzas, tras el paso de un temporal en el 2007, se originaron también por el robo de angulares.

El 9 de septiembre pasado se afectó el servicio eléctrico desde Camagüey hasta Pinar del Río, según dio a conocer la Unión Nacional Eléctrica. La máxima demanda se incrementó más de lo planificado en un horario posterior a la hora pico programada por el Despacho Eléctrico Nacional. Para cubrirla «…era necesario transferir grandes volúmenes (cantidades) de potencia (energía eléctrica) de la zona oriental a la zona centro occidental, teniendo que operar las líneas de transmisión en valores cercanos a los límites de estabilidad». El SEN quedó restablecido en un tiempo relativamente corto y la Generación Distribuida contribuyó a disminuir el impacto de ese evento.

Como hemos visto, ni las redes eléctricas más robustas y protegidas, controladas por sistemas automatizados y programas informáticos avanzados en manos de personal calificado y experimentado, escapan a los apagones. El uso de fuentes renovables de energía en microrredes, la Generación Distribuida, el almacenamiento de energía y la creación de redes inteligentes, pueden ayudar a evitar las afectaciones del servicio eléctrico o minimizar su impacto.

Megapagones

* El autor es especialista de CUBAENERGÍA y miembro de CUBASOLAR

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