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Noviembre tampoco va dejando mucha agua

El episodio de sequía que está azotando al país no cede. El 23 de noviembre, el agua embalsada apenas alcanzaba el 51 por ciento de su capacidad

Autor:

René Tamayo León

El episodio de sequía que está azotando al país no cede. Pese a que en los últimos tres o cuatro meses las precipitaciones fueron un «poquito» más propicias, muy lejos estuvieron de cubrir el déficit acumulado, y las lluvias de noviembre, al menos hasta el pasado lunes, solo alcanzaban el 76 por ciento de su promedio histórico para el mes.

El agua embalsada en las presas que administra el Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INRH), por otra parte, solo llegan al 51 por ciento de su capacidad, es decir 4 657,93 millones de metros cúbicos.

Sí, son 103 millones más que al cierre de octubre, sin embargo, comparado con iguales fechas de noviembre de 2014, significa que el agua conservada en esos acuatorios artificiales cayó en 1 701,36 millones de metros cúbicos.

Es una voluminosa cantidad de la que, contrario al año anterior, ahora careceremos para «pasar» el periodo seco, que se extiende de noviembre a abril. Es este un argumento rotundo para que los consumidores, tanto estatales como la población en general, ganemos en una mayor percepción de riesgo y continuemos adoptando más medidas de ahorro.

Argelio Fernández, especialista del Servicio Hidrológico y disponibilidad del INRH, reiteró en encuentro con la prensa, que en el periodo húmedo o lluvioso —de mayo a octubre—, las precipitaciones no rebasaron el 84 por ciento del promedio histórico: fue el noveno periodo más seco desde 1901 —o sea, de los últimos 115 años.

Para la región oriental, que continúa siendo la más afectada por la sequía, noviembre también ha sido aciago. Hasta el pasado día 23, las lluvias apenas alcanzaron allí el 39 por ciento de la media histórica. La provincia de Guantánamo se quedó con la peor parte, con apenas un 15 por ciento de precipitaciones, seguida de Santiago de Cuba (34 por ciento del promedio histórico de lluvias), y Holguín (43 por ciento).

Desde una perspectiva de la agricultura, el arroz representa el rubro más afectado. Sus cultivares son inviables sin agua.

Ya entrado en la campaña de frío, el grano dispone para la siembra y cosecha de apenas 2 176,87 millones de metros cúbicos del líquido (el 47 por ciento del abasto que requiere por estas épocas). Si alguien busca un testigo para demostrar fehacientemente la sequía que hoy nos abate y las consecuencias de toda índole que nos está acarreando, uno bueno es el arroz.

En el primer semestre del año, la producción de arroz cáscara húmedo, es decir, el segado, cayó en unas 93 098 toneladas en comparación con enero-junio de 2014, para una disminución en la cosecha de 25,7 por ciento, según consta en la publicación Sector agropecuario. Indicadores seleccionados. Enero-junio de 2015, de la Oficina Nacional de Estadísticas e Información (ONEI).

Consecuencia: el arroz consumo (el listo para cocinar) se encareció 7,2 por ciento en el mercado agropecuario. Y eso es sin contar su impacto sobre los precios de otros productos que suplen su ausencia, como el plátano, cuyo valor por libra se incrementó cuatro por ciento en el primer semestre.

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