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Un zoológico al que se lo «comió el león»

Longevas especies, escasas propuestas gastronómicas y una deprimida visualidad distinguen hoy, lamentablemente, el único parque zoológico de la provincia espirituana

Autor:

Lisandra Gómez Guerra

SANCTI SPÍRITUS.— El único parque zoológico existente en esta provincia es una de las áreas principales para la recreación y esparcimiento de niños, niñas y de sus familiares. Mas, la longevidad de las colecciones de animales, las condiciones de hábitat poco favorables, un deprimido parque infantil y la ausencia de una gastronomía diversa, impiden que se convierta en un área de preferencia entre las diferentes generaciones de espirituanos.

Si bien es cierto que en un domingo cualquiera se registran cerca de 2 000 visitas, esto no resulta tan significativo al tener en cuenta que, además del zoológico, solo existe en la añeja urbe, con objeto social similar y en moneda nacional, otro centro: el parque infantil Los Caballitos.

«Cuando mi niña era pequeña y no podía elegir la llevaba casi todos los fines de semana. Pero ahora que ya está más grande nadie la convence. Imagínate, los animales aquí son bastante viejos. Si quieres pasarte el día no encuentras mucho que comer. Para el helado la cola se hace kilométrica y a veces no alcanza», comenta la madre espirituana Loreta Pérez.

Testimonios como el de Loreta son comunes cuando se indaga sobre el parque zoológico El Bosque, uno de los pulmones verdes más importantes y, al mismo tiempo, menos aprovechados de la cuarta villa de Cuba.

¿Paraíso natural?

Con una colección integrada por 233 animales entre aves, reptiles y mamíferos, ese lugar le ofrece la bienvenida a quienes cruzan por la mismísima Carretera Central que atraviesa el municipio cabecera de la provincia. Una frondosa vegetación constituida por gigantescos pinos y otros tipos de árboles, con los cuales se ensañó el huracán Irma, y una sola calle que divide de un lado y otro las jaulas, el parque infantil y la cafetería, concentra la atención de un colectivo de trabajadores que apuesta diariamente por proteger los animales y los escasos recursos materiales.

«Hemos presentado situaciones muy tensas con los animales porque no siempre tenemos con qué adormecerlos. Cuando no contamos con un medicamento, salimos a la calle a buscarlo y siempre aparece, porque todo el mundo se pone en función de eso», explica Nancy Paz Muñoz, administradora de la entidad desde hace 13 años.

En este período ha sido testigo no solo de la gran fluctuación del personal por los bajos salarios, sino de sucesos lamentables que han afectado la calidad de vida de la veintena de especies del zoológico espirituano.

«En varias ocasiones nos ha golpeado mucho la falta de alimentación. Lo más reciente fue después del paso del huracán Irma. Por suerte, hoy se han restablecido las entregas por parte de los organismos suministradores», refiere.

De acuerdo con Mayelín Borrego Concepción, subdirectora de la Dirección Provincial de Servicios Comunales en Sancti Spíritus, han podido sobrevivir a esas zozobras gracias al sentido de pertenencia del colectivo, y también por el apoyo del Partido y el Gobierno de la provincia.

Pero la ausencia de alimentos adecuados durante varias jornadas ha generado que hoy los animales, sobre todo las leonas, hienas y pardos, no proyecten una imagen saludable, y todo ello influya en la compleja reproducción en cautiverio.

«Nuestra colección es muy adulta. Nos ha costado mucho trabajo lograr reponerla con la llegada de nuevos ejemplares. Las aves son el mayor número», asegura Paz Muñoz, quien vive pendiente de enfrentar las indisciplinas sociales que se generan en la que considera su segunda casa.

Por nueva imagen

A fin de revertir la roída visualidad de El Bosque, donde los estanques no tienen casi agua, las jaulas evidencian el paso implacable del tiempo y las extensas áreas naturales están desaprovechadas, hoy ya se ha puesto sobre la marcha un proceso de cambios.

Según declaraciones de Armando Cordero García, subdirector económico de la Dirección Provincial de Servicios Comunales, luego de realizar un estudio, actualmente se ejecuta una inversión en proceso y mantenimiento constructivo con un monto, en este primer momento, de 320 000 pesos en moneda nacional.

«Gracias a eso, hoy trabajamos en la cerca perimetral, estamos mejorando varias jaulas y se diseña un nuevo espacio que tendrá el nombre de La isla de los monos.  Igualmente, se compraron cuatro carpas en Santiago de Cuba que se pondrán de forma aislada, a las que se llegará mediante senderos, y donde se podrán comprar libros, helados y juguetes, entre otras ofertas», dice.

Las colecciones de animales son muy longevas. Foto: Juventud Rebelde.

El ambicioso proyecto prevé, asimismo, una transformación en la fachada, y se restructurará la única calle del lugar. «Queremos concluir estas acciones para las vacaciones», significa.

También hay proyección de construir otro parque infantil dentro del área, ya que el actual no tiene mucha aceptación por lo deprimido del entorno y la presencia de aparatos muy antiguos.

Borrego Concepción añade que «la remodelación precisa, además, la reposición de animales. Por el momento solo tenemos asegurado que nos llegarán un león y un avestruz». 

Más allá de la visualidad

Durante las visitas sorpresivas (martes y viernes) de JR al Parque Zoológico El Bosque, de Sancti Spíritus, y luego al intercambiar con asiduos visitantes, se corroboró que existe allí una insuficiente y poco variada oferta gastronómica.

Al llegar a su única cafetería se expendían galletas dulces a granel, refresco coral y, llamativamente, cajas de cigarro. Un escueto mostrador y poca higiene complementaban  aquel triste panorama.

De acuerdo con Julio Alberto Collado Jiménez, director de la Empresa Municipal de Gastronomía en Sancti Spíritus, hoy no se puede satisfacer la demanda de la mayoría de los insumos, por lo que se trata de garantizar y potenciar la venta los fines de semana.

«Lo que nos entra es insuficiente. Para citarte un ejemplo: recibimos solo diez bolsas de pellys en todo el mes. Por suerte, con otros productos, como el cereal y la galleta dulce a granel, logramos abastecernos por autogestiones que realizamos con confiteras de otras provincias», explica.

Motivo de malestar aquí es que el helado y el refresco enlatado no siempre están en la deprimida tablilla de la cafetería El zoológico.

«Nos asignan entre 20 y 30 tinas para el viernes y el sábado, y el domingo nos llegan cerca de 40. Con el refresco de lata se priorizan los restaurantes élites y casas especializadas; después de esa distribución tocan diez o 20 cajas para un fin de semana», contabiliza el administrativo.

«Según el abastecimiento, dentro de la semana, también ofertamos bocaditos de cerdo asado, jamón, croquetas, pan con mortadella y queso», agrega Andrés Hernández Cancio, administrador de la referida cafetería. Pero en los días visitados por JR, y atendiendo a varias opiniones recogidas, no se registró que esas opciones tuvieran tanta frecuencia en el menú del centro.

El parque zoológico espirituano dista mucho de ser un verdadero paraje para la recreación, el esparcimiento y el disfrute natural. Ojalá el interés existente hoy por el  mejoramiento del lugar ayude a borrar la lamentable imagen de un centro que parece estar enjaulado en sus propias circunstancias.

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