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La negligencia es la causa principal de los incendios en Isla de la Juventud. Autor: Roberto Díaz Martorell Publicado: 13/01/2019 | 08:27 pm
NUEVA GERONA, Isla de la Juventud.— Con el propósito de minimizar riesgos y vulnerabilidades para la ocurrencia de incendios forestales, en Isla de la Juventud se gestionan las capacidades estatales y no estatales para la protección de ese patrimonio verde.
Ernesto Díaz Carter, especialista del Cuerpo de Guardabosques en este Municipio Especial, aseguró que aunque se implementa la estrategia de manejo de los bosques, «todavía existen dificultades en el acceso a los caminos, algunos cortafuegos por avalar y ralea en algunas áreas, por contener material combustible natural para la propagación de los incendios», expresó.
En ese sentido, abundó que se actualiza la capacitación en las entidades de la agricultura con patrimonio forestal, así como a tenentes de tierras que colindan con bosques, donde producen carbón, fundamentalmente.
Según Díaz Carter, la negligencia asociada a la actuación del hombre figura como la causa principal de la ocurrencia de incendios forestales en Isla de la Juventud, un territorio que exhibe un índice de boscosidad de más de 173 000 hectáreas, la mayor del país y donde se identifican cuatro especies de las 50 más amenazadas de Cuba.
Para el presente año se prevé un primer trimestre con cierta humedad, según explicó Alexnurin Columbié, especialista de Centro del Clima en el territorio, quien subrayó que «esa condición nos favorece, aunque marzo se muestra como el mes de mayor sequía y proclive a que se generen incendios en las zonas boscosas locales», dijo.
Estudios territoriales sobre este fenómeno revelan que, precisamente, marzo es el mes de mayor registro de incendios en los últimos ocho años, los horarios más frecuentes son de 11:00 a.m. a 4:00 p.m. y hasta la fecha, Isla de la Juventud muestra un índice de 4, 2 hectáreas por incendio, por debajo de las cinco permisibles.
Díaz Carter aseguró que en estos momentos se trabaja en la integración de todos los actores vinculados a la prevención, se comprueban los grupos de respuesta rápida contra incendios y se sensibiliza a la población sobre los riesgos, al tiempo que se capacitan y perfeccionan sus competencias para prevenir la ocurrencia de incendios.
«Solo si somos eficientes en la gestión del conocimiento, en primer lugar y segundo, garantizamos los recursos, tanto materiales como financieros para las acciones previstas en el plan de reducción de riesgos y vulnerabilidades en cada entidad, las pérdidas por incendios forestales, tanto para la economía como para la población, se pueden minimizar y evitar», acotó Díaz Carter.
