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Los seis primeros campesinos residentes en Las Martinas que recibieron su título de propiedad sobre la tierra. Autor: Juventud Rebelde Publicado: 01/03/2019 | 09:00 am
PINAR DEL RÍO.— Cuentan que Fidel había llegado en un barco al puerto de La Fe, poblado pesquero perteneciente al municipio de Sandino. Desde allí se trasladó hasta otro asentamiento más alejado: Las Martinas, uno de los más pobres del occidente cubano y que conocía muy de cerca los horrores de la tiranía.
Era el 1ro. de marzo de 1959, y lo que ha reconocido la historia como el ensayo general de la Ley de Reforma Agraria no podía tener mejor escenario. Ese día, seis campesinos de la zona recibieron de las manos del líder de la naciente Revolución sus títulos de propiedad, en representación de los 340 que en esa jornada se convirtieron en dueños de la tierra que cultivaban.
Iniciaba así el derribe de aquellas estructuras agrarias que habían explotado durante décadas a los hombres del campo. Recogen las anécdotas que vegueros como Felipe Relova y Jesús Rodríguez Álvarez aseguraron haber recibido más que tierras, la libertad. El primero trabajó la parcela hasta que con los años la pasó a su hijo, pero vivía orgulloso de haberla tenido de manos de Fidel, refirió su nieta a la prensa en una ocasión.
El segundo ya había salido sin rumbo al camino con sus diez hijos pequeños después de que los casquitos le enseñaran las maldades del desalojo. Siendo muy mayor, cuando el Comandante en Jefe llegó a su localidad, tuvo la convicción de que la familia tendría un futuro seguro.
Los testimonios de la época reseñan que desde una tribuna improvisada frente a lo que habían sido unas propiedades de la Cuban-Land, Fidel conversó un rato con los vecinos allí reunidos, quienes mostraron respeto y apoyo sincero a la Revolución triunfante.
Precisamente, en su alegato de defensa La Historia me absolverá, Fidel se había pronunciado por el problema de la tierra. «(…) El 85 por ciento de los pequeños agricultores cubanos está pagando renta, y vive bajo la perenne amenaza del desalojo de sus parcelas. Más de la mitad de las mejores tierras de producción cultivadas, está en manos extranjeras. En Oriente, que es la provincia más ancha, las tierras de la United Fruit Company y de la West Indian unen la costa norte con la costa sur.
«Hay 200 000 familias campesinas que no tienen una vara de tierra donde sembrar unas viandas para sus hijos hambrientos y, en cambio, permanecen sin cultivar, en manos de poderosos intereses cerca de 300 000 caballerías de tierras productivas (…)», apuntó en ese entonces.
La entrega de los títulos de propiedad de la tierra en Las Martinas fue el preámbulo de la Ley de Reforma Agraria, firmada dos meses más tarde, y daba respuesta a parte de los problemas señalados en el Programa del Moncada. Con ella se generaban nuevos empleos para los campesinos y sus familias, se mejoraba su situación económica y alimenticia, se les garantizaba recursos y a la vez se ponía fin al latifundio.
La primera entrega masiva de tierras dejaba así en el occidente cubano una huella visible hasta hoy. Justo en el lugar en el que el líder de la Revolución Cubana firmara los títulos de los seis campesinos, una tarja rememora el día en el que los hombres de la zona fueron verdaderamente libres.
