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Ciego de Ávila tuvo un sábado con lloviznas intermitentes, como antesala de las precipitaciones que traerá la tormenta tropical Eta Autor: Luis Raúl Vázquez Muñoz Publicado: 07/11/2020 | 06:26 pm
CIEGO DE ÁVILA.— Además del agua que pueda caer del cielo, la preocupación en esta provincia ante la llegada de Eta se encuentra en el subsuelo. Si los pronósticos se cumplen en las próximas 24 horas (y parece que así será), este fin de semana será de diluvio en la provincia; donde el manto freático, uno de los mayores del país, se encuentran por encima del 90 por ciento de llenado.
Según trascendió en las reuniones del Consejo de Defensa Provincial, en la semana que llevamos de noviembre las lluvias superaron la lámina histórica en los municipios de Ciego de Ávila, Baraguá y Primero de Enero. Pero los acumulados de las presas también son para observar: con más de 20 millones de metros cúbicos dentro de sus compuertas, los embalses rondan el 93 por ciento de su capacidad y dos presas vierten en estos momentos: Las Margaritas y el Conjunto Liberación de Florencia.
La depresión tropical, por lo tanto, llegará en un momento en que la tierra está «bien mojada», como se dice en el argot popular. Las predicciones apuntan a que en la cintura del caimán cubano caerán alrededor de 200 milímetros de lluvias, un dato para encender las alarmas ante la amenaza de inundaciones por la saturación de los acuíferos, cuyos más de 800 millones de metros cúbicos de capacidad podrían verse superados en los próximos días.
Por estas razones la atención se centra en las zonas bajas de la provincia, como las comunidades de El Asiento y Los Perros, en el municipio de Chambas, o las compuertas de Las Margaritas, cuyo rebosamiento podría afectar zonas del municipio de Venezuela, donde se registra la crecida del río Maniadero, próximo a las comunidades de Silveira y Simón Reyes.
El otro plato fuerte en la costa sur es en la comunidad de Júcaro, un área de escurrimiento natural que fue evacuada. Unas 490 personas que viven pegadas al litoral se dirigieron por distintos medios hacia la ciudad de Ciego de Ávila, el poblado de Venezuela y la comunidad del Macizo Cañero.
Equipos y obreros de la empresa de Acueducto y Alcantarillado trabajan en distintos puntos de la provincia para asegurar el desagüe de canales y cañadas, algo a atender en la ciudad de Morón ante la proximidad de los esteros de las lagunas La Redonda y la Leche.
En la capital provincial, donde se forcejea con los últimos estertores del rebrote, se aseguran las instalaciones gastronómicas de La Turbina, el lago artificial que bordea el centro de la ciudad, el cual puso en vilo a la urbe entera al desbordarse cuando el paso del huracán Ike en agosto del 2008.
Mientras tanto, ante unas jornadas venideras que literalmente son para quedarse en casa, los avileños apresuraron las gestiones de conseguir alimentos este sábado, y en distintas localidades las bodegas y otros establecimientos despacharon los víveres en medio de lloviznas finas y ocasionales en lo que ya es un fin de semana muy húmedo.
