Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

Noel Nicola: el juglar de alas enormes

Hoy se cumplen dos años del fallecimiento de quien fuera protagonista, junto a Silvio y Pablo, del parto de la Nueva Trova.

Autor:

Juventud Rebelde

El 7 de agosto de 2005 fallecía en La Habana el trovador Noel Nicola, uno de los protagonistas, junto a Silvio y Pablo, del parto de la Nueva Trova, movimiento que lo dio a conocer en toda la isla y buena parte del mundo.

A dos años de su muerte, quizá no todos recuerden la antológica canción que nos presenta una mujer singular: la imaginaria María del Carmen, aquella a la que, al decir del texto, «la envolvían los ruidos del tándem inglés del central», en franca alusión al ingenio azucarero Panamá, en el Vertientes camagüeyano.

La pieza, escrita a finales de los años 70, surge durante la estancia de Noel Nicola en esa localidad, como parte de la Columna Juvenil del Centenario, momento en que se le describía como «hombre delgado, sonriente y enjuto, muy lejos del prototipo de machetero ideal».

Por aquellos días, cuando «junto a la litera descansaba la guitarra y bajo la débil colchoneta, versos y apuntes», el trovador frecuentaba la casa de calle A, entre Segunda y Tercera, donde residía la muchacha que, al parecer, lo inspiró entre descargas y tertulias.

Esta dirección o punto de referencia se contrapone un tanto a las preguntas del colega Amado del Pino: «Sería en la humilde y melancólica estación de trenes de Vertientes donde la peculiar sonrisa del joven Noel se dio de frente con el personalísimo andar o con los súbitos de María del Carmen?

«¿Caminarían juntos el largo paseo que va desde la cuna de los trenes hasta el tándem inglés del central?».

Quizá, responde este periodista, quien tuvo referencias de Carmen María Reynoso Gallegos, otrora estudiante de Ingeniería Química, máxima sospechosa de ser la inspiradora de las estrofas del texto, el más escuchado de Nicola e indispensable en el cancionero trovadoresco cubano.

Kalía, como se conoce a la joven, se opone por su mera existencia a la trampa que subyace en el título de la composición (Para una imaginaria María del Carmen) y su amistad con el autor, los encuentros reiterados, nos permiten especular sobre el origen del texto.

Lo cierto es que, como la Yolanda de Pablo Milanés, la Gretel de Carlos Varela, o la Lucía de Joan Manuel Serrat, la no tan imaginaria inspiradora nos acerca a la piel y el andar de una musa de carne y hueso, cuya gracia y magnetismo cautivaron al poeta.

Con esta canción imprescindible recordamos hoy a Noel Nicola Reyes, juglar de alas enormes, autonombrado «trovador sin suerte», y que Silvio Rodríguez definiera como «fundamental desconocido, rica sustancia por revelar y hombre amado de pétalos pintados como dientes».

Comparte esta noticia

Enviar por E-mail

  • Los comentarios deben basarse en el respeto a los criterios.
  • No se admitirán ofensas, frases vulgares, ni palabras obscenas.
  • Nos reservamos el derecho de no publicar los que incumplan con las normas de este sitio.