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HOLGUIN._ «Estamos dispuestos a bailar en el filo de una navaja si es preciso y a colaborarles con fuerza de trabajo si es necesario», expresó Miguel Darío Melodías, director de la agrupación folclórica colombiana Tequendama.
Este es el ánimo que distingue a los más de 260 artistas e intelectuales de 17 países, participantes en la Fiesta de la Cultura Iberoamericana, que en su actual edición supera la cifra de delegados foráneos, en todos los eventos organizados en Holguín.
El director provincial de Cultura, Alexis Triana dijo a Juventud Rebelde que colombianos, argentinos y españoles entre otros, han mostrado mucho entusiasmo con la idea de trasladar la Fiesta a las zonas reportadas de muy graves como Cueto, Mayarí, Banes, Antilla, Rafael Freyre, Urbano Noris y Gibara.
Desde su nacimiento, la Fiesta Iberoamericana ha estado acompañada por lluvia y fuertes vientos. En 1992, durante la celebración del V Centenario del Encuentro entre dos Culturas, a las 3 de la tarde exactamente, entró una tormenta a la Bahía de Bariay, y se llevó la mitad del escenario, los sistemas de luces y las partituras.
En 2008 el huracán Ike hizo grandes estragos en todo el país. No era el momento de organizar una nueva edición de la Fiesta, fue entonces cuando surgieron las Brigadas Artísticas Internacionales de Solidaridad que, con el boricua Andy Montañez al frente, sirvieron para apoyar a los damnificados.
«Ahora soportamos el paso del huracán Sandy. Vamos a reforzar el rol de las Brigadas de Solidaridad dentro del programa iberoamericano y retomaremos las actividades culturales que se trasladarán a las comunidades afectadas, en cuanto terminen las lluvias asociadas al fenómeno atmosférico», explicó Triana.
El directivo provincial agregó que en estos momentos se encuentran evaluando los cuantiosos daños ocasionados a 30 instituciones culturales en 10 de los 14 municipios de Holguín.
«Decimos que es la maldición de Colón que recorre todas las tierras de América. Siempre conmemoramos con mucho respeto esta efeméride. Por tanto, vencer las inclemencias del tiempo y trabajar a pesar de ello, es nuestro gran reto».
