Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

Fotogramas para mujeres que inspiran

Con la recurrente creación de singulares atmósferas y personajes, Insumisa continuará la línea de cine de autor que ha distinguido la notable carrera de Fernando Pérez

Autor:

Alejandro A. Madorrán Durán

Luego de dos meses de filmación en La Habana y en sus alrededores, Insumisa, la nueva película que realiza Fernando Pérez, se encuentra ya lista para iniciar la fase de montaje y posproducción. Juventud Rebelde tuvo la oportunidad de visitar una de las locaciones en los últimos días de rodaje.

En medio del despliegue técnico artístico, y aprovechando los momentos que quedaban «libres» entre cada secuencia, el diario pudo conversar con los artífices de este drama de época, que narra la vida de Enriqueta Faber, suiza emigrada a Cuba a inicios del siglo XIX, quien decidió llevar una vida como hombre para poder estudiar Medicina.

La idea original partió de una coterránea de la Faber, Laura Cazador, quien ha asumido la codirección junto al Premio Nacional de Cine. Amigo de su padre, la joven lo conoció cuando presentaba en Ginebra su película La vida es silbar. Interesada por el séptimo arte cursó un taller en nuestro Instituto Superior de Arte (ISA), y dos más de dirección y guion en su país natal, mientras participaba en realizaciones independientes en la Isla.

Fue en 2005, mientras visitaba Cuba, cuando Laura escuchó por primera vez sobre Enriqueta Faber. Un lustro después le propuso a Fernando escribir el guion a cuatro manos. El hecho de que el autor de Clandestinos y Últimos días en La Habana también había leído sobre Enriqueta, ayudó a que este se decidiera.

«Sé que varios realizadores cubanos y extranjeros habían intentado llevarla al cine, incluso era uno de los proyectos que tenía Tomás Gutiérrez Alea (Titón). Se trata de una historia muy fuerte, que te motiva como cineasta. Cuando Laura vino a verme acepté inmediatamente. Ha sido una experiencia muy bonita trabajar con ella desde el nacimiento de la película», aseguró Pérez, quien cuenta para este proyecto con la producción del Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos (Icaic) y de la suiza Bohemian Films.

Una mujer revolucionaria

La construcción dramática de la vida de Enriqueta Faber fue un complicado proceso que asumieron ambos directores, al decidir, según contó Fernando, que la película fuera una recreación de esa historia. «El objetivo principal era conseguir que el personaje tuviera una resonancia contemporánea, que el espectador la reconociera como una mujer de ideas que se enfrentó a todos los prejuicios y al orden establecido».

Para construir la trama de Insumisa, ambos creadores acudieron a diferentes documentos, como aquellos que hablan de su boda con Juana de León, sobre el juicio (algunas citas textuales del acta del fiscal se utilizaron dentro del filme) y su posterior encarcelamiento.

Sin embargo, Cazador dijo cuestionarse la veracidad de algunos testimonios de la Faber ante el tribunal, momento en el que tal vez falseó algunos acontecimientos para escapar de la condena. Lo mismo sucede con su esposa, quien alegó no saber el verdadero sexo de su cónyuge, aunque habían mantenido tres años de convivencia, señaló Laura.

Como lo que ha trascendido hasta hoy de la existencia real de la Faber da pie a muchas interpretaciones, y la intención era ponderar el valor de sus ideas, adelantadas a su tiempo, estos artistas optaron por asumir que lo que hubo entre ambas mujeres fue un profundo amor.

Le correspondió a la actriz gala Sylvie Testud la tarea de asumir un personaje tan complejo como Enriqueta Faber. Desafortunadamente, ya había regresado a Francia cuando JR se acercó a la filmación, aunque pudimos escuchar al equipo artístico técnico referirse a su alta profesionalidad y certera interpretación.

«Sylvie siempre está persiguiendo nuevos retos», aseguró Laura, quien remarcó que aun cuando la Testud no domina el idioma español, había comprendido, memorizado los textos y actuado convincentemente.

Para interpretar a Juana de León, la pareja de Faber, la elegida fue la novel actriz Yeni Soria, a quien sí tuvimos el placer de ver en acción mientras se rodaba una escena en la que su personaje, poseído por la rabia, golpeaba y lanzaba piedras contra las puertas y ventanas cerradas de su supuesto hogar.

Caracterizada con los desarreglados atuendos de su Juana de León, Soria, a quien hemos visto en largometrajes como Bailando con Margot, de Arturo Santana, y El viajero inmóvil, de Tomás Piard, tomó un tiempo de su descanso en la filmación para contarnos que ella le entrega su piel a «una persona con una necesidad afectiva muy grande a causa del rechazo de su familia y vecinos, que no le perdonaban el haber sido violada.

«Ese conflicto había provocado en ella mucha impotencia y frustración, y por tal motivo se había acostumbrado a defenderse a través de la rabia y la violencia, hasta que conoció a Enriqueta Faber, quien la ayuda a descubrir los sentimientos, más allá de lo físico», comentó esta bella muchacha graduada del ISA.

«Yo también me he visto involucrada en situaciones en las que la rabia se ha convertido en mi mejor arma de combate, además de que siento tener esa ternura que Juana esconde debajo de esa imagen salvaje que proyecta».

Definitivamente, Yeni Soria le agradece a Fernando Pérez la oportunidad que le ofreció de participar en Insumisa. Para ella, trabajar con el maestro suponía una de sus metas más grandes como intérprete, «no solo por lo que representa como director en el cine cubano, sino por sus cualidades humanas», reconoció.

«Yo estoy en un momento de mi vida en el que necesito ese profundo diálogo artístico. Fernando resulta un director que va más allá de un guion, él sabe entender a las personas, y es capaz de sacar lo mejor de ti, no solo tu esencia histriónica, sino también la humana, tan vital para esta profesión».

Asimismo, destacó la inteligencia y ternura de Laura para tratar con los actores y guiarlos hacia donde ella quiere. «Es evidente que ambos directores se han compenetrado muy bien», añadió.

Recrear una época

La preparación para el rodaje fue en verdad corta, de solo dos meses, sin embargo, en apenas 50 días el equipo de Insumisa ha logrado filmar satisfactoriamente en locaciones como Regla, Angerona, Puerto Escondido, Jaruco, Soroa y Guanabacoa. «Uno se lo explica a partir de la buena química que ha existido entre todos los involucrados en la película», aseguró Rafael Rosales, asistente de dirección.

Y esos buenos ánimos y energías no han estado ausentes en los más de 60 actores que acompañan a Sylvie Testud y Yeni Soria, insistió Rosales, quien alabó no solo el extraordinario desempeño de Mario Guerra, en el rol del antagonista, sino también el de Héctor Noa, Gisselle González, Corina Mestre y el español Antonio Buis, quien se transforma en al alcalde de la ciudad de Baracoa, donde supuestamente se desarrollan los hechos.

Para el director de arte, Alexis Álvarez Armas, ha sido igualmente un placer trabajar en un proyecto de Fernando Pérez. «Que me llamara me hace pensar que debo haber hecho bien las cosas», comentó este especialista que ha dejado su impronta en cintas como Espejuelos oscuros, de Jessica Rodríguez, y La cosa humana, de Gerardo Chijona, quien además fuera convocado para ejercer como asistente en la última parte de la saga Rápido y furioso, que se rodara en La Habana.

«Trabajar en Cuba para una película de época como Insumisa es un reto infinito, sobre todo cuando se tiene el encargo de reproducir la ciudad de Baracoa de los años 20 del siglo XIX. El mayor problema es que se disponía de muy poca referencia arquitectónica y ornamental para ambientar los espacios.

«Luego de investigar nos dimos cuenta de que lo que predominaba durante esos años en la Villa Primada eran las construcciones de tipo vernáculo, fundamentalmente elaboradas con los materiales más accesibles en la zona, como el barro, la madera, etc.», expuso Álvarez.

«Con esos conocimientos reprodujimos en la localidad guanabacoense de Peñalver la que pensamos fuera la plaza de Baracoa de esa época y, además, adaptamos una casa (donde coinciden todos los personajes de la película) en el municipio de Regla, en la cual tuvimos que cambiar los arcos por un arquitrabe de madera, aforar las paredes para dar la idea de tablas, entre otras modificaciones», agregó.

«Atendiendo a la estética que buscaban los directores, creamos escenografías muy texturizadas, con mucha humedad y con una gama de colores que se mueven hacia el gris ocre».

Con el fin de darle más realce a las texturas, el experimentado maestro del lente Raúl Pérez Ureta, quien repite bajo las órdenes de Fernando, decidió «iluminar solo con velas los interiores y utilizar filtros para que no se percibieran los verdes en una fotografía que por lo general también es muy gris y contenida».

De esa manera, con la recurrente creación de singulares atmósferas y personajes, Insumisa continuará la línea de cine de autor que ha defendido el significativo cineasta en su carrera, en la que por vez primera convida a compartir la dirección a una joven directora. «Muchos han sido los aportes de Laura, pero sobre todo su mirada femenina ha sido fundamental para contar esta historia que nos habla acerca de dos mujeres, cuya valentía inspira», reconoció.

La joven suiza Laura Cazador codirige Insumisa. Foto: Abel Rojas Barallobre

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