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Cuando la diferencia nos une

Acaba de ser estrenada ¿Por qué lloran mis amigas?, ópera prima de Magda González Grau con la cual el Icaic ha querido iniciar las celebraciones por su aniversario 59

Autor:

Ana María Domínguez Cruz

La vida no es perfecta. La felicidad, por lo general, no es completa. Las circunstancias determinan, en muchos casos, nuestras actitudes, de modo que cometer errores es natural. Caer, sentir que la derrota y la vergüenza nos abruman, que se le cede espacio a la desilusión puede suceder, pero siempre hay que encontrar las fuerzas necesarias para seguir adelante. Defender a toda costa lo que somos y lo que pensamos. Sacar a flote una amistad verdadera tal vez sea suficiente para percatarnos de que la vida, aunque no perfecta, vale la pena.

Cuando Gloria, Yara y Carmen aceptan la invitación de Irene para verse después de 23 años, no imaginan que ese rencuentro, además de desempolvar recuerdos, revelará frustraciones, deseos, anhelos, tristezas y, sobre todo, soledades. Sin embargo, aunque no son las mismas amigas de dos décadas atrás, salvan la pureza de aquella amistad surgida en la infancia, que puede ofrecerles la paz y el apoyo que necesitan para avanzar en el futuro.

Sobre los dilemas y conflictos emocionales que cualquier mujer que sobrepase los 40 años puede enfrentar, su manera de superarlos, entre otros temas que se entremezclan con sus cotidianidades, nos invita a reflexionar la película ¿Por qué lloran mis amigas?, primer largometraje de ficción de la guionista y directora de doblaje y televisión Magda González Grau. Un filme que fue galardonado con Mención Especial del premio colateral otorgado por la Asociación Cubana del Audiovisual, en el Festival Internacional de Cine de La Habana, el año pasado.

Llama la atención que esta historia fuera escrita por quien además estuvo a cargo de la Dirección de Producción, Hannah Imbert, cuando aún no llegaba a los 30.

«Vivir en un entorno familiar completamente femenino e indagar en historias de mujeres que me rodeaban también en el centro de trabajo me dio ideas para escribir este guion, en el que quise mostrar los posibles conflictos de muchas mujeres y compartir las soluciones.

«Se lo entregué a Magda con total confianza para que lo llevara al cine, porque quise siempre que lo hiciera una mujer y en ella encontré, durante todo el tiempo que trabajamos juntas, las cualidades que yo quería para quien dirigiera este filme. Estoy satisfecha con el resultado, no tengo ni una sola queja».

Cuando Magda recibió el guion decidió llevarlo a la gran pantalla sin exceso de artificios. Tal vez, un poco distante de lo que el cine cubano gusta de mostrar.

«No quise muchas locaciones ni exhibir paisajes o entornos citadinos. Esta es una película de cuatro mujeres y sus vidas, más intimista, y por ello en las actuaciones descansa, quizá, el peso mayor de la película. Por eso busqué para este proyecto a actrices de puntería, en las que sabía que podía confiar», comentó la directora de la telenovela El año que viene (1995), los telefilmes Piña colada (2017) y Cuaderno de arte (2010), los telecuentos Añejo Cinco siglos (2012) y Café y soledades (2009), y de la revista juvenil Una calle, mil caminos, entre otros.

La música original pertenece a Juan Antonio Leyva y Magda Rosa Galbán, «a quienes solo les pedí incluir una voz femenina en el tema de presentación. La música está donde tiene que estar y cumple su función de acompañar la historia, un acierto considerable que apoya la tesis de que, aunque la película pueda en ocasiones rozar el melodrama, no se convierta en un arranque de lágrimas. No obstante, si la ficción se encarga precisamente de emocionar para luego llevar a la reflexión, ¿por qué perder esa oportunidad?».

Roberto Otero en la Dirección de fotografía, Celia Suárez en el Montaje, Tomás Piard a cargo de la Dirección de arte, Rafael Oramas en el Diseño de vestuario, Miguel Filloy en el Diseño de maquillaje y peluquería, y Daphne Guisado en el Sonido directo, conforman el equipo creativo del filme, junto a Pedro Suárez, Osmany Olivare, Isabel Prendes y los productores ejecutivos Joel Ortega y Ramón Samada.

 Ellas... las que lloran

Gloria, Yara, Irene y Carmen son amigas, a pesar de que cada una de ellas expresa una personalidad diferente. Magda siempre supo con cuáles actrices quería trabajar y al entregarles el guion las convidó a escoger sus personajes, aunque ya ella, por su parte, lo había hecho. Felizmente coincidieron en la elección.

Encontrar a Luisa María Jiménez asumiendo a una Gloria esquemática e intransigente, atiborrada de prejuicios y ataduras, nos devela una vez más el talento actoral de quien sigue siendo, para muchos, la Tojosa.

«Le cambié el final a la historia de Gloria, tuve que hacerlo, porque la película aboga por llevar un mensaje positivo, porque las relaciones humanas se sustenten en la comprensión y la tolerancia, y defendí su derecho a aceptar un cambio para mejorar su vida, y continuar adelante».

Después de desearlo mucho, Irene llegó a las manos de Amarilys Núñez. «Me sentí seducida por el personaje de Gloria en un inicio, pero caí rendida ante Irene porque me daba la oportunidad de acercarme al drama que tal vez viven muchas personas cuando temen aceptar su identidad sexual. Ella aceptó dogmas sociales y todos creyeron que era feliz, que no tenía conflictos… pero todos tenemos uno».

Enhorabuena, aparece Yazmín Gómez en un rol protagónico ¡y en el cine por primera vez! «Me costó mucho trabajo ser Yara, incluso después de haber creído que era un personaje poco atractivo. Sin embargo, ella pone en evidencia que cada día se es víctima de la incertidumbre, de la desidia, del agotamiento, aunque no la abandona la certeza de que siempre hay que levantarse, creer en una utopía contra viento y marea, y rectificar si es preciso. Lo más difícil fue darme cuenta de que Hannah escribió este personaje tomando a la misma Magda como inspiración».

Cuando se filmó ¿Por qué lloran mis amigas?, cinco años atrás, tal vez nadie hubiera pensado en Edith Massola para asumir un papel dramático como el de Carmen. Es lo que hoy más le agradece ella a Magda. Un acierto que, sin dudas, el público agradecerá también.

La directora Magda González Grau con una de sus actrices, Edith Massola. Foto: Pedro Coll

A Carmen le tocó, posiblemente, la mayor prueba de fuego, cuando puso por encima de sus propios principios el bienestar de su familia. Se siente desorientada y con poco ánimo para encontrar el camino a seguir, pero no deja de ser fuerte, y, además, ahí están sus amigas para tenderle la mano.

«Hacía tiempo que Edith no actuaba, y mucho menos había recibido una propuesta similar. Pero accedió sin titubeos, ella es muy exigente con su trabajo, y juntas construimos a Carmen, y estoy muy contenta al saber que al público le encantará verla en la piel de esta actriz», refirió González Grau.

Advierte que, aunque los protagónicos recaen en las mujeres y pueden surgir los conceptos de cine femenino o feminista en torno a la película, «espero que sea vista por todos». Las actuaciones de Patricio Wood (Eduardo) y de Roque Moreno (Ramón), así como las menciones de los esposos de Gloria y Carmen aluden a los hombres, no ajenos de los conflictos emocionales que enfrentan sus compañeras de vida.

Paula Alí, Néstor Jiménez Jr. y Ariadna Álvarez integran también el elenco, al que se suman actrices muy jóvenes en esas retrospectivas del pasado que nos conducen a las Gloria, Irene, Yara y Carmen adolescentes, cuando eran estudiantes del preuniversitario.

¿Por qué lloran mis amigas?, una producción de RTV Comercial junto al Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos y con la participación de la Facultad de Arte de los Medios de Comunicación Audiovisual (Famca) del Instituto Superior del Arte, acaba de tener su estreno nacional este 1ro. de marzo. De esta manera el Icaic ha querido iniciar las celebraciones por su aniversario 59.

«¿Por qué lloran mis amigas? es la película con la que quise demostrar que puede existir una comunión de intereses a pesar de las diferencias. Es mi manera de decir que la amistad, cuando es verdadera, puede salvarse y salvar», aseguró González Grau, quien de paso anuncia la premier de su documental Nacer todos los días, a propósito del teatro musical que se realiza en el Anfiteatro de La Habana Vieja.

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