Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

Tres luchadores representarán a Cuba en la I Olimpiada Juvenil

Los gladiadores grecorromanos Yosvany Peña y Johan Rodríguez, así como el librista Abraham de Jesús Conyedo, partirán el próximo lunes hacia Singapur, sede de los I Juegos Olímpicos de la Juventud

Autor:

José Luis López

Volteos y proyecciones de todo tipo «pululan» por estos días en los colchones del capitalino Centro de Entrenamiento Cerro Pelado, donde liman sus asperezas técnicas tres talentosos luchadores juveniles cubanos.

Se trata de los gladiadores grecorromanos Yosvany Peña (42 kilogramos) y Johan Rodríguez (50 kg), así como el librista Abraham de Jesús Conyedo (100 kg), quienes partirán el próximo lunes hacia Singapur, sede de los I Juegos Olímpicos de la Juventud.

Para obtener el cupo hacia Singapur, todos ellos  ganaron sus respectivas divisiones en el Campeonato Panamericano Juvenil, que se desarrolló en mayo pasado en Monterrey, México.

Allí también obtuvo el título Léster Beltrán (69 kg), en la modalidad grecorromana. Pero la Federación Internacional de Luchas Asociadas (FILA) determinó que cada país podía presentar en Singapur solamente a cinco gladiadores: dos en cada estilo para hombres y una chica.

Así, el entrenador grecorromano Roberto Linares—por cierto, será él quien guiará ahora a los tres luchadores cubanos— debió escoger a sus dos representantes para la justa olímpica y se decidió a favor de Peña y Rodríguez, en «detrimento» de Beltrán.

Y como a Singapur asistirán, entre otros, los medallistas en la lid de Monterrey, los cubanos podrían tributarles sendas revanchas a sus víctimas por el oro en ese torneo panamericano, si logran avanzar.

A saber, Peña y Rodríguez «brindarán satisfacciones» a los ecuatorianos Henry Pilar y Cristhian Alvia, por ese orden, en tanto Conyedo lo haría frente al estadounidense Tanner Hall.

Pero subir al trono se tornará ahora sumamente difícil, pues irán al colchón luchadores de países potencias en este deporte, como Rusia, Irán, Armenia o Turquía. Veremos qué nos depara el colchón, donde siempre se dice la última palabra.

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