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Causa y efecto

Enfrentar el impacto psicológico de perder a la mitad del equipo justo después de la inesperada derrota ante Bahamas, desequilibró a los muchachos de Leonardo Pérez y este viernes se quedaron fuera del torneo al caer frente a Panamá

Autor:

Daniel Palacios

Si me pidieran una expresión sobre la actuación cubana en el Centrobásket 2012, rama masculina, solo respondería quitándome el sombrero, a pesar de la derrota de este viernes 94-66 (20-22 20-19 26-15 28-10) ante Panamá, que nos sacó del torneo con sede en San Juan, Puerto Rico.

Quizá suene «rimbombante» y de sobreestimación innecesaria hacia el elenco nacional, a tenor de las sonadas derrotas frente a sus dos últimos rivales, pues ambos (locales y canaleros) sacaron alrededor de 30 unidades de diferencia.

Pero enfrentar el impacto psicológico de quedarse sin la mitad del equipo justo después de la inesperada derrota ante Bahamas en la primera fecha, además de la necesidad de actuar durante casi todo el tiempo en la cancha, no dio margen a mucho y puso a prueba al resto de los muchachos de Leonardo Pérez.

En medio de esa realidad, los cubanos se entregaron a fondo minuto a minuto, y solo el agotamiento y la falta de armas para enfrentar en tal situación a los rivales de turno los hizo poner rodilla en tierra.

En el último partido ante los panameños, Joan Luis Haití intentó cargar sobre sus hombros la selección nacional y se agenció 19 puntos, justo antes de salir del partido por acumulación de faltas.

Asimismo, Yoannis Soria (10), Lisván Valdés (13) y Orestes Torres (14) llevaron un accionar durante los tres cuartos iniciales. Mas en el último parcial fue demasiada la carga de tres choques con una intensa presencia en el tabloncillo y los panameños se despegaron definitivamente.

Resulta claro que, a pesar de los pesares, el nivel de juego cubano tiene grandes deudas que saldar en todos los órdenes, y es imperativo trazar una estrategia óptima para reencontrar la senda que nos llevó a mostrar un baloncesto de altos quilates en la década de los 90.

La Ley de Causa y Efecto una vez más es implacable. Si Cuba llegó a este evento con una notable falta de topes con el baloncesto de calidad, y luego queda con siete jugadores para enfrentar los choques más exigentes, entonces no se podían esperar otros resultados.

Puerto Rico y Panamá pasan a las semifinales de hoy por el grupo A, en tanto Jamaica (ocupa el lugar de Cuba en 2010) y República Dominicana lo hacen por el apartado B.

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