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El santiaguero Ulfrido García estuvo a un out de lanzar un juego perfecto el viernes. Autor: Jorge Luis Guibert Publicado: 21/09/2017 | 06:54 pm
Con el sol rajando la pelota, las pequeñas avispas de Santiago de Cuba les encajaron cuatro aguijonazos seguidos a los cachorritos de Holguín y el viernes estuvieron a punto de darles juego perfecto a los Alazanes de Granma. Ayer, con truenos y centellas cayendo sobre la Ciudad Héroe, festejaron su quinto triunfo en la 4ta. Serie Nacional Sub-23, para ratificarse como el único equipo invicto en el torneo.
Los indómitos, campeones de la pasada justa, consiguieron el éxito sabatino en un duelo que concluyó antes de tiempo por la lluvia, gracias, sobre todo, a racimo de cuatro anotaciones en la segunda entrada.
Pero comentemos un poco lo sucedido el viernes en el Guillermón Moncada. Lamentablemente, el sitio www.beisbolcubano.cu, del Inder, estuvo fuera de servicio por problemas de electricidad y no supimos hasta ayer de la proeza que estuvo a punto de concretar el lanzador zurdo Ulfrido García.
El prometedor pitcher estuvo a un strike de sacar los 27 out seguidos sin que se le embasara nadie, por ninguna vía.
Cuenta el colega José Raúl Castillo en su blog beisbolfacetas.wordpress.com, que «la atmósfera de encantamiento que acompañaba los momentos finales del partido ante Granma se disipó abruptamente cuando el visitante Dainier López, en conteo de dos strikes sin bolas y dos outs en la pizarra, logró hacer débil contacto con la pelota y esta apenas consiguió una corta parábola que remontó al defensor de la intermedia para de ese modo hacer trizas lo que parecía un inminente juego perfecto».
Ulfrido tuvo en el también talentoso César García a un rival de altos quilates, que solo permitió una anotación, en el sexto capítulo de una novela que tuvo en vilo a la afición por ambas razones: lo cerrado del marcador y la labor impecable del tirador anfitrión.
Digo, por segunda vez, que el elenco de Santiago de Cuba debe estar en los play off de este certamen. Y tendrán que jugarle muy bien los adversarios si quieren bajarlos del trono. Esperemos que ese espíritu impregne también a la selección indómita en el torneo élite del béisbol cubano.
