Piratas se cuelgan de su mejor garfio: el pitcheo

Pese al revés inicial, los Piratas de Isla de la Juventud salieron este martes a la grama del estadio 5 de Septiembre de Cienfuegos sin presión. Ni siquiera porque en las gradas había cerca de tres mil aficionados, una concurrencia de lujo para este torneo. Aún debajo en el play off, tenían un arma muy poderosa para doblegar a los Elefantes, contaban con el mejor lanzador del campeonato, el único cuya efectividad y promedio de embasados por inning habían sido por debajo de uno en la fase preliminar, el invicto Yainel Alberto Zayas, y para el cierre el líder en juegos salvados, Raúl Guilarte.

Ambos se enyuntaron para lograr un triunfo, por 5-2, que equilibró el pareo, y este miércoles, en el desenlace, cualquier cosa puede suceder. Al menos yo no me arriesgo a emitir un pronóstico. De un lado está la condición de sede y la estabilidad; del otro, el empuje y la irreverencia.

Yainel Alberto lanzó durante siete capítulos y contuvo el empuje emocional de los locales, a los que les permitió cinco incogibles y ponchó a seis bateadores. De las dos entradas finales se encargó Guilarte.

Los isleños marcaron sus primeras dos anotaciones en el episodio de apertura, cuando combinaron par de hits, con un error y un passed ball, ante los envíos de Hermes González, y en el inning de la suerte pisaron tres veces más la goma, merced a cuatro cohetes, dos de ellos tubeyes.

Los sureños marcaron a cuentagotas, una en el segundo por bambinazo del receptor Orlando Roa y otra en el octavo, al aprovechar agujeros en la defensa de los Piratas.

El lunes, los Elefantes dependieron de su mejor abridor, Adrián Bueno, quien hizo binomio con el relevista José Antonio Córdova para vencer con pizarra de 2-1.