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El estado de salud de los atletas deberá ser chequeado con rigor, ante la existencia de condiciones de riesgo. Autor: Sitio web del certamen Publicado: 24/03/2020 | 12:31 am
A cuatro meses del presunto inicio de los Juegos Olímpicos —cuando el mundo dice: no se puede y el comité organizador y el COI respondían hasta hace muy poco que sí— se impone la cordura ante la pandemia y dentro de un mes sabremos con certeza si será Tokio-2020, Tokio-2021, Tokio-2022, o si no hay Tokio…
El Buró Ejecutivo del COI se reunió por videoconferencia el domingo temprano y emitió después un comunicado anunciando que comenzaban a valorar otras fechas para la cita multideportiva, sin descartar aún la inicial, que realmente es la menos probable de todas como está la situación hoy, pues no se vislumbra una contención inmediata para la enfermedad.
A Japón no le quedó otra opción que entrar en sintonía con el discurso del COI, aunque en la tierra del Sol Naciente la COVID-19 está bastante controlada. Una idea es irrefutable: la salud está por encima de la economía y de cualquier otro interés. Ambas partes sí concordaron en que la única alternativa que no está, aún, sobre la mesa, es la cancelación.
El COI pidió cuatro semanas para evaluar todos los argumentos, de conjunto con las autoridades niponas y el Comité Organizador, y tomar la mejor decisión posible. Desde entonces comenzaron a filtrarse los análisis hechos a puertas cerradas. Se habla de tres probables fechas: octubre de este año, el verano de 2021 y hasta el de 2022.
Nunca antes en la historia de los Juegos Olímpicos desde 1896 se ha celebrado una edición fuera de la fecha prevista. Se han hecho o se han cancelado, pero un aplazamiento como el que podría darse ahora sería tan inédito como la iniciativa de que un hombre y una mujer compartan el privilegio de portar la bandera nacional en el desfile inaugural.
Australia y Canadá acaban de presionar al COI alegando que no enviarán delegaciones si la olimpiada es este año. Estados Unidos había sugerido que sin garantías sanitarias tampoco iba a asistir a Tokio este verano. No pocas estrellas deportivas también han mostrado su preocupación. Esas ausencias le bajarían demasiado el perfil a una competencia que se ha vendido mediáticamente como la más espectacular de todas.
En la era moderna solo han sido suspendidos los juegos estivales a causa de las guerras mundiales. Por la primera conflagración bélica global no se celebró la cita de 1916, y la segunda obligó a un largo paréntesis de 12 años, pues las ediciones de 1940 y 1944 tampoco fueron efectuadas.
