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«El mánager es el espejo»

Cuando a inicios de la serie 60 definieron los favoritos muy pocos consideraron a Pinar del Río entre ellos. JR dialogó con el director del equipo a propósito de su clasificación para la semifinal

Autor:

Dorelys Canivell Canal

PINAR DEL RÍO.— Para Alexander Urquiola lo más importante es que los muchachos crean en lo que están haciendo. «El colectivo técnico tiene que lograr eso, dice, y que sepan cuál es su función en el juego, qué es lo que les toca hacer cada día y se preparen para ello».

Y lo asiente con una certeza que a una no le quedan dudas de que el equipo de Pinar del Río puso desde los inicios los ojos en el cierre de la serie 60 de la pelota cubana. Para eso se entrenaron, aunque casi nadie los diera como mejores en esta ocasión. Pero ocurre que la camiseta y el nombre pesan, como una suerte de tradición beisbolera de la que los pinareños no quieren ni pueden desprenderse.

—Recientemente dijiste en una entrevista que la pelota era un deporte de detalles...

—Ningún partido es igual a otro y cada juego siempre deja una enseñanza. Nosotros nos basamos mucho en las estadísticas y en la sabermetría, que es muy importante. Uno planifica los partidos, como es lógico no siempre salen como uno quiere, por eso se dice que el béisbol es impredecible. Ese estudio es lo que nos ha llevado hasta aquí.

—¿Es entonces la sabermetría parte del juego que planifican los pinareños?

—La sabermetría es algo novedoso, no le dábamos la importancia que requiere y nos costó un poco de trabajo incorporarla, a mí también. Es vital basarse en las estadísticas, eso nos ayudó mucho a lograr la victoria a pesar de no tener un elenco al que se le atribuyeran grandes posibilidades. También hemos trabajado en la remontada. Estamos jugando con mucha inteligencia».

—¿Cómo ven al equipo de Granma?

—Es un excelente equipo que ya está adaptado a jugar en play off. Saben cómo llegar y cómo ganar. Tienen una ofensiva poderosa que la han combinado con la defensa. En el béisbol no es solo batear, es defensa, es pitcheo, y hay otros aspectos que también son fundamentales.

—¿Qué impacto tuvo en el equipo los más de 50 días que estuvieron fuera de la provincia jugando en otros estadios?

—Nos fortaleció muchísimo mentalmente. Fue una enseñanza, no solo para los jugadores, sino para la dirección también. Creo que en esos días logramos conformar un buen teamwork y eso fue lo que nos mantuvo la mente bien activa.

—¿Tienen pensado mantener el mismo diseño en el pitcheo?

— Sí, vamos a mantener el mismo sistema; incluso con la salida de Moinelo y Raidel, lo teníamos ya desde antes. En los entrenamientos lo hablamos con Raciel Sánchez y Jesús Bosmenier, los entrenadores, y luego se lo explicamos a los muchachos. A veces se colegian cosas entre el cuerpo técnico y no se comunican a los atletas. Eso hay que hacerlo, para que ellos sepan la función que van a realizar.

—Te muestras ecuánime en el juego...

—Sí, para que las cosas salgan bien uno tiene que estar tranquilo. Uno es el espejo, no puedes estar desubicado porque se te va el juego. Uno tiene que saber, además, delegar funciones y escuchar a los entrenadores. Ahí está la clave.

—¿Hablas de pelota con tu papá?

—Hablo de pelota con mi papá, incluso mientras estaba en la Serie del Caribe. Es fundamental y más cuando uno se basa en esa experiencia personal. Ojalá muchos tuviesen esa posibilidad. A mí se me ha dado porque soy su hijo y siempre he estado a su lado.

«Hubo mucha gente que decía: “El que está dirigiendo es Alfonso, el padre, que está en Panamá, es él quien dice lo que se tiene que hacer”. En realidad no es así. Yo tengo mis funciones y por eso las asumí, pero sí colegio con él y ante cualquier duda se lo digo. Eso no es malo, y no solo con él, también hablo con otros directores. Me gusta aprender y conversar. Al final uno aprende de todos, del que menos uno se imagina, y eso es importante para poder dirigir, no solo en el béisbol, sino en cualquier esfera.

«Pero en el juego estoy concentrado en lo que me toca, en lo que tengo que hacer. Algo que me ha dado resultado es apoyarme en mis entrenadores».

—¿Están contentos los muchachos?

—Sí, muy animados. Trabajamos de manera que nadie crea que es imprescindible, pero todos tienen que aportar y el triunfo hasta aquí es gracias a esos jóvenes.

El mánager Alexander Urquiola prevé mejorar la ofensiva con los refuerzos.Foto: Jaliosky Ajete Rabeiro

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