La Habana, 17 de noviembre de 2015
Año 57 de la Revolución.
Estimados estudiantes:
La sangre derramada por los estudiantes checos en la épica hazaña contra la dictadura fascista constituye un símbolo de altruismo y lealtad a los más elevados valores humanos. Aquel 17 de noviembre de 1939 se convirtió en paradigma para el estudiantado del planeta y en impetuosa batalla por la emancipación, la solidaridad, el progreso social y la paz.
En aquel entonces, el Consejo Estudiantil Internacional, en memoria a tan valiente gesto, proclamó esa fecha como Día Internacional del Estudiante. En Cuba, las nuevas generaciones honran la efeméride en una jornada que concluye el 27 de noviembre en homenaje a los estudiantes de Medicina, infamemente asesinados por el colonialismo español.
A lo largo de la vida, múltiples son los escenarios en que nuestro estudiantado ha dado lo mejor de sí y luchado enérgicamente contra las injusticias. Los exhortamos a encumbrar el horizonte de la historia como lo han hecho siempre, los de ayer y los de hoy, desde la nueva trinchera: el aula; con los libros como armas y con la cultura como doctrina.
Ustedes, los «pinos nuevos» que iluminan el sendero que transitamos, representan lo más valioso de nuestras conquistas; sepan que el futuro les pertenece. Confiamos en su fidelidad y entrega sin límite a la Revolución y a los principios que defendemos. Tenemos la certeza de que en cualquier circunstancia, sabrán elevar el estandarte de nuestras convicciones y dignificar el nombre de la patria.
Fidel expresó: «(…) los jóvenes de nuestro país se han ganado esa fe; (…) ese derecho a nuestra admiración». Los Ministerios de Educación y de Educación Superior se enorgullecen de ustedes; reconocen su ejemplar disposición y entrega, su actitud y sentido del deber. Reciban, en su día, el abrazo franco y comprometido de todos los educadores.
¡Felicidades!
Saludos revolucionarios,
Ena Elsa Velázquez Cobiella, Ministra de Educación
Rodolfo Alarcón Ortiz, Ministro de Educación Superior