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Salvando el amor: «El miedo no me va a detener» (+ Fotos y Video)

Tres jóvenes artemiseños encuentran la manera de ser útiles en el centro de aislamiento para personas sospechosas a la Covid-19, en la Universidad de Artemisa, desde el 15 de marzo último. Ninguno es médico, enfermera o laboratorista: los tres son voluntarios

Autor:

Liudmila Peña Herrera

A Mary Karla Hernández León mucha gente no la apoyó en su decisión. Demasiado riesgo, demasiado joven, demasiado el susto aquella vez, hace tiempo, por culpa de una bronconeumonía complicada que la mantuvo en terapia durante 14 días. Pero esos argumentos no fueron «demasiado» para ella. Con 19 años y estudiante de segundo año de la Licenciatura en Derecho, en la Universidad de Artemisa, Mary Karla sabe muy bien lo que quiere y lo que no. Segura de sus argumentos, no duda cuando dice:

«Por naturaleza me gusta ayudar a los demás. Por qué entonces no hacerlo en una situación como esta. Aquí realizo la limpieza en los cuartos de los sospechosos, por eso me encuentro entre los que mayores riesgos corremos, pues trabajamos muy cerca de las personas aisladas.

«Nos levantamos temprano. Después de desayunar, nos colocamos todo correctamente (camisa, pantalón, bata, botas, gorro, nasobuco, guantes). Subimos y limpiamos los cuartos. Cuando culminamos, nos bañamos, y por la tarde hacemos ejercicios y nos mantenemos al tanto de todas las noticias.

«Entiendo que mi familia tema por mí, pero me siento segura porque aquí se toman todas las medidas, aunque siempre hay que tener mucho cuidado. El temor siempre existe por el riesgo que representa lo que hacemos, pero el miedo no me va a detener».

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El profesor de Derecho Yuliesky Amador Echevarría ha pospuesto sus investigaciones y cualquier otro plan académico para unirse a la lucha contra el coronavirus en su provincia. Tiene solo 29 años, es profesor asistente, Máster en Derecho Constitucional y Administrativo, y dirige la Carrera de Derecho en la Universidad de Artemisa. Pero todas esas responsabilidades no lo hacen diferente al resto de los voluntarios.

«No importaban grados científicos, categorías docentes, ni puestos dentro de la Universidad: la tarea actual lo que demanda es cuidarnos mucho, unirnos más que nunca, exteriorizar todo lo humano y sensible que poseemos y apoyar venciendo el miedo, que está presente la mayor parte del tiempo».

Y ese miedo más que justificado, ese sacrificio personal, ese darse para los demás también tiene su recompensa. Así lo cuenta este joven profesor:

«En una de las habitaciones hay una señora de más de 70 años. Ella me recuerda mucho a mi abuela. El primer día que entré a su habitación, me recibió casi llorando y me repetía: “Hay mi’jito, cuídate mucho, mira que estás joven, cuídate mucho”. Desde entonces, cuando subo, es ella quien me pregunta si me siento bien. A mí me marcó mucho, sobre todo porque casualmente hace un año que mi abuela “se nos adelantó”. Cosas así reconfortan mucho, sobre todo cuando estás lejos de la familia y piensas en cómo están ellos».

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Maikel Manuel Barrios Pérez, estudiante de cuarto año de la Licenciado en Cultura Física, nunca había visto a Mary Karla en la universidad. Al profe Yuliesky solo lo conocía «de vista». Ahora, además de compañeros en esta misión contra la Covid-19, también se han vuelto amigos.

Mucho extraña Maikel de su vida antes de la Covid-19: «estar en la escuela, reunirme con mis amistades, salir, disfrutar, vivir la vida», pero también estos días de entrega le han hecho crecerse ante sus propias dificultades.

«Jamás había limpiado, así que eso ha sido lo más difícil, y el tener que trabajar diariamente. Pero gracias a mis compañeros todo se puede lograr y ninguna tarea se vuelve compleja», asegura.

También a este muchacho de 22 años muchos le rogaron para que no fuera al centro de aislamiento. Pudo más su coraje que los consejos de quienes lo intentaron proteger.

«Me dijeron que no sabía lo que estaba haciendo, pero ya estando aquí confirmo que hice lo correcto, porque esas personas nos necesitan. Lo más hermoso es ver la cara de las personas, su agradecimiento, cómo todos siempre tratan de hacernos el trabajo más fácil y cómo nos aplauden a las nueve de la noche».

Lea aquí los primeros trabajos publicados de la Serie:

Fotos: Cortesía de los entrevistados

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