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Sin excesos de confianza

Julio César Rodríguez, Presidente del Consejo de Defensa Provincial, hizo un llamado en Pinar del Río a ser responsables y no menguar en el esfuerzo en aras de contener el virus

Autor:

Dorelys Canivell Canal

PINAR DEL RÍO.— El hilo noticioso anunciaba un mal presagio. Un caso positivo al SARS-CoV-2 en Pinar, y a los pocos días toda una avalancha de la enfermedad. Primero, el cierre de un consejo popular, luego el de dos más y medidas de restricción en lugares dispersos en varios municipios. El domingo retrocedió Guane a fase de Transmisión Autóctona y tres días después, la provincia completa.

Vueltabajo, que había pasado como la mayoría de los territorios del país a la nueva normalidad, regresa ahora a los inicios, pero con un escenario mucho más complejo: 231 casos confirmados desde el 6 de octubre hasta este domingo, (348 acumulados desde marzo, distribuidos en todos los municipios), dos fallecidos, un paciente en estado crítico y 199 casos activos.

Sobre las condiciones que propiciaron un retroceso en el control de la enfermedad, Julio César Rodríguez Pimentel, Presidente del Consejo de Defensa Provincial, reconoció que se bajó la guardia en no pocos lugares: «Es necesario mantener la disciplina en las cabeceras, pero también en las localidades, en los consejos populares y los barrios».

Hizo un llamado a ser responsables y no menguar con imprudencias el esfuerzo que el país y los trabajadores de la salud hacen en aras de contener el virus. De igual forma, enfatizó en la necesidad de realizar pesquisas de calidad que garanticen un estudio factible de la población.

Pinar del Río aspira a hacer en tres días unos 10 000 PCR, para identificar la mayor cantidad posible de personas contagiadas.

En el programa de Tele Pinar, Rodríguez Pimentel dijo este jueves que en los estados de opinión el pueblo reconoce la baja percepción de riesgo y que hay personas indisciplinadas e indolentes que no cumplen estrictamente las medidas orientadas, sobre todo las relacionadas con el uso del nasobuco y el distanciamiento físico. Al respecto, se aclaró que las autoridades controlarán y exigirán con mayor rigor que cada ciudadano cumpla lo orientado.

Bien al este 

JR conversó con varios vueltabajeros para conocer sus criterios sobre la situación que hoy vive la provincia. En no pocos lugares de la ciudad se ven cintas atadas a los postes y cercas. En cada control de foco se establece el área perimetral a la que se prohíbe el acceso. Guane y Consolación del Sur están en cuarentena; se paralizó el transporte público y se estableció una restricción de movimiento a partir de las ocho de la noche.

En conversación vía telefónica con Daynaris Campo Montesino, quien permanece bajo vigilancia en su vivienda en el municipio cabecera por ser su sobrino contacto de un caso confirmado, conocimos que diariamente se les hace una pesquisa concienzuda.

«Lo médicos se interesan por nosotros, la pesquisa no falla, pero el problema no está ahí. Radica en que aún diciendo que estamos en Transmisión Autóctona hay quien lleva el nasobuco colgado del cuello; y en las colas, que irremediablemente hay que hacer, las personas no guardan distancia y fuman sin parar, tanto los que van a comprar como los que están para organizar la venta».

En Isabel Rubio los vecinos están más conscientes de la situación que prima, porque en la localidad de El Paradero, de ese Consejo Popular, hay varias personas reportadas como positivas en estos momentos.

Más cerca del aserrío, en esta misma zona, vive René Urbano Hernández González, quien está sirve como mensajero para la población recluída: «Yo me siento bien y por eso estoy ayudando; siempre cuidándome mucho. Además, existe una organización en el consejo para que todo fluya de la mejor manera posible en medio de la cuarentena. Hay mucha exigencia, pero tiene que ser así porque, lamentablemente, quedan personas que no entienden esta situación como de vida o muerte, y nadie tiene derecho a arriesgar la salud de los demás».

Muy cerca de su casa reside Danay Rodríguez Fernández, quien vive junto a sus padres y dos niños. Con ella sostuvimos un chat en el que escribió: «Por la carretera no pasa nadie, llevo rato esperando para hacer alguna foto y enviárselas, pero después que las enfermeras entraron a pesquisar a la zona roja ya no volvieron por aquí».

Esta joven agradeció las atenciones que han tenido con los pobladores del lugar. Asegura que les han llevado hasta el portal los medicamentos, los productos de la bodega y unas confituras que llegaron para los más pequeños.

Al frente de este Consejo de Defensa (CD) de Isabel Rubio está Francisco Díaz Roque, Pancho, el director de la Empresa Forestal Integral Macurije, que por estos días apenas tiene tiempo para descansar.

Pancho afirma que nunca habían pasado por un momento similar: «Esto no se compara con nada, ni siquiera con la crecida del río», dice en referencia a las inundaciones que provoca el Cuyaguateje, cuyo caudal baña las calles de Isabel Rubio de vez en vez e impide el paso hacia Guane.

Como explicó a este diario, el CD garantiza la distribución de forma equitativa de los alimentos y tramita o resuelve con inmediatez aquellos problemas que van surgiendo.

Por el área de Guane I, jóvenes como Eirén Rubié Cabrera se ocupan del pago de las chequeras de los jubilados y trabajan con rigor para que nadie circule por las calles, muchos menos por la arteria principal, en cuya cercanía se han diagnosticado muchos casos en los últimos días.

Epílogo

La situación en Pinar es compleja, sí, pero ya se aprecian menos personas en la calle, y en las noches ya no hay insensibles que se reúnan a jugar dominó o a hacer cuentos en la parada de la esquina, aunque siempre algún indisciplinado hace lo suyo.

La participación responsable de las personas y la adopción de un nuevo código y estilo de vida, pudiera ser la parte más difícil y necesaria en este momento. Aprender a vivir con la amenaza que representa el SARS-CoV-2 no significa ejercer cierto grado de valentía ante la posibilidad de contagiarnos o no, sino desarrollar niveles de percepción de riesgo lo suficientemente sólidos como para mantener en la sociedad una conducta apropiada.

Aparejado a los deseos de disminuir colas, de encontrar en la red de tiendas en CUC y CUP productos de alta demanda hoy ausentes, de no tener que lidiar más con revendedores y especuladores, debe ir la capacidad de cada quien para cumplir y hacer cumplir las normas básicas de higiene, la obligación individual con el cuidado de la salud individual y colectiva y la responsabilidad del Estado, por supuesto, de garantizar las condiciones para ello.

El contexto actual exige eficiencia de los directivos e información oportuna y transparente al pueblo, sin espacio para comentarios y dudas; pero exige, también, compromiso y participación consciente de todos los ciudadanos.

 

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