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El arte, un disparo y dramaturgia de vanguardia

JR detalla algunas de las claves que definen la más reciente obra de la dramaturga Agnieska Hernández

 

 

Autor:

Lourdes M. Benítez Cereijo

La joven y talentosa narradora Agnieska Hernández se alza con su escritura como una de las representantes más valiosas de la dramaturgia contemporánea cubana. Y es que cómo olvidar títulos tan sonados y finamente concebidos como Harry Potter, se acabó la magia y Jack The Ripper, no me abraces con tu puño levantado… Ahora toca el turno a una puesta que ha tenido gran aceptación de público y crítica, la cual le ha valido a su autora el Premio del 1er. Concurso de Dramaturgia convocado por Fábrica de Arte Cubano: El gran disparo del arte.

Este espectáculo, que podrá ser disfrutado en la Sala Tito Junco del Centro Cultural Bertolt Brecht, «da continuidad a nuestro proceso de exploración escénica, moviendo todos los resortes estructurales y dramáticos del teatro documental», refiere Agnieska Hernández, quien con El gran disparo del arte asume su cuarto intento como directora.

Para su reflexión con el espectador, este montaje toma como punto de partida una de las fotos más polémicas de la historia del arte y el periodismo: la que captara en 1993 el fotorrepotero sudafricano Kevin Carter, donde se ve a un famélico niño sudanés doblado en el suelo por la debilidad, quien es observado por un buitre que espera para devorarlo. La instantánea acaparó la primera plana de The New York Times. Le dio a su autor no solo el Premio Pullitzer un año más tarde, en la categoría Feature Photograph, sino también una carga demasiado fuerte de soportar, que lo condujo finalmente al suicidio.

La imagen abrió la brecha hacia una de las controversias más intensas de las últimas décadas, esa que nos ubica en el análisis de las fronteras y conflictos de la creación artística, el negocio y el humanismo.

«Desde esa perspectiva, el objetivo de nuestro equipo de trabajo es replantearnos quiénes somos como artistas, desde qué punto de vista hacemos arte, hasta qué punto entramos o no a las zonas del mercado del arte, si hacemos o no concesiones; y dónde nos situamos para creer que podemos escribir un documental, transitarlo y hablar de Kevin Carter mediante una revisión de la historia del arte», comentó Agnieska a Juventud Rebelde en conferencia de prensa.

La puesta tiene además otros valores destacados: un sólido elenco de actuación con César Domínguez, Amalia Gaute, Edgar Valle y Pedro Rojas, quien además compuso la música original interpretada en vivo para El gran disparo del arte.

«Pedro, que no solo es un gran actor poseedor de muchas herramientas para trabajar, tiene amplio dominio de la música, y en la obra toca un piano de cola en escena todo el tiempo, de esa manera interpreta “sin interpretarlo” el referente real de Kevin Carter», explica la autora y directora, quien asegura tener la dicha «de que todos los actores con los que hemos sacado adelante el espectáculo forman parte de este nuevo proyecto que lleva por nombre La franja teatral. Se trata de un equipo multidisciplinario; todos, de alguna manera, laboramos en la dramaturgia, la dirección, la música y los audiovisuales».

A decir de la investigadora y directora de la Revista Conjunto de Casa de las Américas, Vivian Martínez Tabares, Agnieska Hernández es «una de las más valiosas autoras teatrales de una generación que roza los 40». Así lo escribió en un texto publicado en el sitio digital www.cubaescena.cult.cu.

«Se distingue, además de por una voz y un estilo muy propios, por su resolución a la hora de enfrentar problemas candentes ligados con la actualidad, ya sea la violencia de género o entre los adolescentes, o el tema que aborda ahora, el del arte, mucho más universal y abstracto. Y por su capacidad para defenderlo al concretarlo con efectividad en la carne y la energía de los actores, gracias a su fuerza expresiva y al alcance de su escritura (…) Vale este otro paso en el camino de una artista que se afirma paso a paso, en su singularidad y en su capacidad de entrega, visceral y sincera».

En tanto, un colaborador de JR como el crítico y ensayista Frank Padrón, afirmó en lacolumnadeenfoquecubano.blogspot.com: «Fiel a su poética experimental y desacralizadora, Agnieska propone una estructura discontinua, acronológica, que incluye elementos del teatro documental, soporte audiovisual, música en vivo y actantes que lo mismo desandan un furibundo monólogo que interactúan y dialogan, mientras lo hacen con el propio texto y con el público en torno a los viscerales y siempre actuales temas que pulsa con verdadera originalidad y conocimiento de causa».

Sin dudas, El gran disparo del arte constituye una de esas propuestas valiosas que el espectador no deberá perderse. Agnieska Hernández nos obsequia una pieza cargada de intencionalidad, un texto inteligente y punzante, una dramaturgia que busca cuestionar, impactar y movilizar el pensamiento. Es esta una obra que abre y deja al descubierto heridas profundas, nos hace cómplices del dolor y de realidades que pueden parecer lejanas y ajenas, pero que sirven para recordarnos las consecuencias de contemplar la tragedia humana en pos de tomar la foto perfecta o de negociar con los sentimientos para alcanzar la trascendencia en la creación artística.

La franja teatral en la obra El gran disparo del arte. Foto: Tomada del perfil de Facebook de Agnieska Hernández

 

Enero sabe a teatro

El primer mes del año abre el calendario cultural cargado de mucha acción en las tablas. El Día del Teatro Cubano se celebra cada 22 de enero desde 1980 —la primera vez sucedió durante la edición inaugural del Festival de Teatro de La Habana, que este 2020 arriba a sus 40 años. La efeméride se incluye como uno de los momentos más especiales de la Jornada Villanueva, que se desarrollará hasta el día 28 con una amplia programación en las principales salas, talleres, paneles, lecturas dramatizadas, proyección de documentales y otras actividades.

En la Jornada también se entregarán los Premios Villanueva de la Crítica que otorga la Uneac (día 22, a las 5:00 p.m., en la Sala Villena), y que ya dimos a conocer en estas mismas páginas de JR.

Entre las propuestas que podrán ser disfrutadas durante esos intensos días colmados de excelentes opciones sobresalen Hierro y El Principio de Arquímedes, de Argos Teatro, dirigidas por el premio nacional de Teatro Carlos Celdrán, y el reconocido dramaturgo Abel González Melo, respectivamente; Oficio de Isla, de Osvaldo Doimeadiós, premio nacional del Humor; y Las amargas lágrimas de Petra von Kant, a cargo de El Público, que conduce Carlos Díaz, también premio nacional de Teatro.

Asimismo, estarán en cartelera dos puestas de Teatro D’Dos, con dirección de Julio César Ramírez: Delantal todo sucio de huevo y Federico. Completan la nómina de las puestas en escena PIB 2018, (El Ciervo Encantado), de Nelda Castillo; El gran disparo del arte, escrita por Agnieska Hernández y a cargo de La franja teatral; El Carlos de María Antonia, de Teatro Caribeño, con el premio nacional de Teatro Eugenio Hernández al frente; y Dos perdidos en una sucia ciudad, de Teatro del silencio, de Rubén Sicilia.

Los amantes de la danza estarán de plácemes con Danza Teatro Retazos y Las Lunas de Lorca, en el Gran Teatro de La Habana Alicia Alonso (17, 18 y 19, en horarios habituales). En ese mismo escenario, pero los días 24, 25, 26 y 31, Acosta Danza estrenará Mundo interpretado, dentro de la temporada Cuerpos.

Como parte del evento se desarrollará el 2do. Taller nacional Prensa, humor e identidad, organizado por el Centro Promotor del Humor; el panel sobre los 40 años del Festival de La Habana; el espacio de lectura y re/presentación Publicación Escénica, con Nara Mansur, Abel González Melo y Maite Hernández Lorenzo, así como las lecturas dramatizadas de Demonios sobre el césped cortado, de Tahimí Diéguez (premio Milanés 2019); y La ínsula prometida, de Maikel Chávez (premio Milanés 2018).

Otro de los relevantes momentos del mes será la Cruzada Teatral Guantánamo-Baracoa, que festeja sus 30 años de creada. Dedicada a los aniversarios 167 del natalicio de José Martí y 50 del Guiñol de Guantánamo, y al Sistema de la Enseñanza Artística, el evento llegará hasta los lugares más intrincados de la serranía guantanamera, del 28 de enero al 2 de marzo.

Con dos puestas se suma el grupo ContArte, que lidera la narradora oral Elvia Pérez. La primera se titula Gritemos, versión de la obra Bárbara, de la brasileña María Helena Kuhner (este domingo y del 17 al 19, en la Sala Café del centro cultural Bertolt Brecht); la segunda, Fiesta guajira (días 24, 25 y 26 en el mismo escenario), un homenaje a Samuel Feijóo a partir de sus textos.

 

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