Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

Somos la botija dorada de internet

Autor:

Nelson García Santos

Un gran revuelo ha tenido la confesión sobre la manipulación con fines de lucro de los usuarios en internet, conocida desde hacía rato, pero el destape llegó ahora mediante un documental con testimonios de exejecutivos de las empresas más grandes de Silicon Valley y de académicos.

El dilema de las redes sociales de Netflix expone secretos de sus dueños sobre las estrategias diseñadas para manipular emociones o comportamientos y mantener conectados a los usuarios, según expone la plataforma digital BBC Mundo.

El video, descrito como una ventana a las mesas de decisión de gigantes de Silicon Valley, como Facebook, Twitter y Google, fue estrenado inicialmente en febrero último en el Festival de Cine de Sundance, en Estados Unidos, y desencadenó un impacto mundial luego de ser incluido en el catálogo de Netflix.

Sin cortapisas aflora en la boca de artífices el ramalazo que causan las manipulaciones de las redes sociales, bien pensadas, por supuesto, en las personas y la comunidad.

El fin supremo radica en mantener ocupado el mayor tiempo a los usuarios, como lo llaman los exejecutivos y académicos, y en función de ese objetivo vale todo, porque mientras más audiencia obtengan más valor económico les reporta.

Para ello armaron un sólido andamiaje destinado a exprimir hasta el clic más inocente con un fin predeterminado, destinado a incentivar la adicción, apoyados desde las recomendaciones automáticas y notificaciones hasta las publicaciones sugeridas que aparecen millones de veces al día en las aplicaciones más populares del planeta.

¿Cómo las redes pueden brindar servicios gratuitos y hacer más ricos cada día a sus dueños? La incógnita la despejaron con una respuesta tajante: si no pagas por el producto, el producto eres tú.

Los exejecutivos argumentaron que cuantas más horas pasa un usuario acoplado a las redes, más información detallada sobre hábitos, gustos y características de consumo acaba exponiendo.

Ese conocimiento sobre millones y millones de personas se trueca en dinero contante y sonante, porque tras el análisis de los datos en sistemas computarizados se ofrece una variada información sobre los internautas a empresas comercializadoras, políticos, Gobiernos y organizaciones que pagan millones de dólares por mostrar productos o ideas a las audiencias.

Lógicamente, el éxito de la jugada solo fructifica, como ocurre, si las personas permanecen conectadas a sus perfiles, circunstancia que las expone al máximo número de anuncios.

Estos entrevistados cuentan de la manera más normal de este mundo (y debemos agradecérselo por la alerta) que entre las herramientas diseñadas para engancharnos y manipularnos se encuentra el desplazamiento automático, una estrategia desarrollada para que la experiencia de red no tenga fin y el usuario permanezca conectado.

¿Cómo enfrentar el fenómeno? Ellos sugirieron deshabilitar las notificaciones y no montarse sin reflexionar en el carro de las recomendaciones de videos o contenidos, pues las referencias suelen seguir una lógica diseñada para llamar a los anunciantes. También aconsejaron seguir a personas o páginas con las que no estás de acuerdo para aprender de las diferencias, incluso si te disgustan.

Lo expuesto evidencia de manera rotunda que lo proporcionado de la forma más expedita posible nunca está a mano por obra y gracia de la casualidad, sino por la inteligencia puesta en función de intereses comerciales y hasta políticos e ideológicos.

El documental se centró en los manejos tramposos con un propósito económico (no le pidamos peras al olmo), pero bien sabemos cómo se manipulan las redes para atacar a Gobiernos de izquierda y difamar a personas o instituciones, mientras corren a atajar cuando algo le molesta al señor presidente del norte, que de inmediato grita y amenaza desde las mismas redes o mediante los micrófonos de la Casa Blanca.

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