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CON su compromiso de asumir como propia la defensa de la Revolución y del socialismo y exigir el regreso de los Cinco Héroes prisioneros del imperio, culminó su estancia la XIV Brigada Suramericana de Solidaridad con Cuba, cuyo encuentro final se produjo ayer en el Campamento Internacional Julio Antonio Mella.
Los brigadistas hicieron votos por el pronto restablecimiento de Fidel y abogaron por el apoyo y la difusión de la Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA) que, según el documento, «abre grandes perspectivas de integración y desarrollo para nuestros países, y constituye la única respuesta posible para derrotar el ALCA y los planes del imperio».
La brigada, de visita en Cuba desde el 15 de enero, está compuesta por 376 brigadistas procedentes de Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Costa Rica y Uruguay, y desarrolló labores agrícolas, visitas a lugares históricos e intercambios con la población y organizaciones sociales y juveniles.
Estas brigadas son emblemas de la solidaridad, y la juventud de sus integrantes constituye una muestra de la renovación del apoyo internacional a nuestro país, dijo Enrique Román, vicepresidente del Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos (ICAP). «Si se llevan la verdadera imagen de Cuba, el objetivo de este grupo se ha cumplido», añadió.
El funcionario calificó el bloqueo como «bota que pisa el cuello de los cubanos», y transmitió a los brigadistas la necesidad de continuar luchando contra él. «Cuba sería distinta sin el bloqueo», afirmó, y explicó algunas de las restricciones de la política norteamericana contra la Isla.
Asimismo, destacó la importancia del apoyo a los Cinco Héroes prisioneros del imperio, ya que «ellos son luchadores contra el terrorismo y la batalla por su liberación es parte de la lucha por la justicia internacional».
Román informó que el 26, 27 y 28 de octubre se desarrollará el V Encuentro Latinoamericano de Solidaridad con Cuba en Quito, Ecuador.
Convocado por el movimiento de solidaridad en Ecuador, y por el ICAP, el evento será el encuentro de las fuerzas progresistas, en un momento «excepcional para América Latina, en que la oposición a las ideas justas empieza a situarse en posición minoritaria, y en que las ideas mejores están en pleno desarrollo y protagonizando auténticas revoluciones, como la venezolana», aseguró.
