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Hasta un periódico nada cercano a Cuba como Los Ángeles Times parece impactado por la libertad condicional otorgada a Luis Posada Carriles, y resume el hecho así: «Terrorista sale absuelto».
Sin embargo, no ha sido la única reacción en Estados Unidos que critica la decisión de la Casa Blanca de devolver a Posada a Miami hasta el 11 de mayo. En declaraciones ofrecidas al diario mexicano La Jornada, Peter Kornbluh, encargado del proyecto de Cuba en la organización independiente National Security Archive, e identificado como experto «en el caso» de Posada Carriles, aseveró que otorgarle la libertad «ayuda a destrozar la credibilidad del gobierno del presidente George W. Bush en torno a la llamada guerra contra el terrorismo».
Para el especialista, no está clara la razón por la cual el gobierno estadounidense no aplicó la Ley Patriota. «Posada Carriles es un candidato perfecto para ser certificado como terrorista y por tanto podría ser detenido de manera indefinida aquí», estimó.
En su criterio, el caso de Luis Posada Carriles puso a prueba la veracidad del declarado compromiso de Bush con la lucha contra el terrorismo. Pero la Casa Blanca solo ha creado lo que Kornbluh llama «una pesadilla de diplomacia pública», y «ha minado por completo su credibilidad para poder presionar a otros gobiernos a perseguir y enjuiciar a terroristas. A fin de cuentas, Posada Carriles está en la lista de los diez terroristas más famosos del mundo», afirmó.
No obstante, ese terrorista famoso espera el juicio migratorio del 11 de mayo en la residencia de su familia en Miami donde, desde su liberación el jueves, se han recibido las visitas de algunos amigos cercanos y llamadas telefónicas brindándole apoyo, contó El Nuevo Herald.
DENUNCIA DE VENEZUELA ANTE EL G-8Venezuela, que evalúa la posibilidad de acometer distintas acciones diplomáticas para denunciar la inapropiada conducta de EE.UU. durante el proceso contra Posada Carriles, llevó el asunto ante la XIII Reunión Ministerial del Grupo de Río y la Unión Europea, donde protestó el viernes por la liberación de Posada y denunció que se pretende dejar sin efecto la fundamentada solicitud de extradición presentada por ese país.
El vicecanciller Jorge Valero reivindicó el cumplimiento de las normas internacionales. «No podemos hacer ninguna concesión a aquellos que pretenden gozar de una inmunidad especial para llevar a cabo acciones contrarias al Derecho Internacional. Son muchas las maneras bajo las cuales se manifiestan las violaciones a ese derecho y que conllevan a políticas de doble rasero», apuntó.
En un comunicado, el Servicio Paz y Justicia (SERPAJ) que preside el premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel, denunció la liberación del terrorista y señaló que las contradicciones y actitudes del gobierno de EE.UU. ponen en evidencia que, para ese gobierno, únicamente es válido aquello que le interesa, y desprecia los derechos humanos y el Derecho Internacional.
La comunidad mundial debe reaccionar frente a la impunidad que busca dejar sin castigo a los criminales, así como también frente al atropello a la dignidad de las personas y los pueblos, apuntó.
Reclamamos a la justicia de EE.UU. que actúe con equidad y coraje, a pesar de las presiones del gobierno. De no hacerlo se transformarán en cómplices de los crímenes cometidos, advirtió el comunicado de SERPAJ.
Desde España, otras nueve organizaciones sociales y de amistad con Cuba firmaron un comunicado de condena al gobierno de Estados Unidos, en tanto más de una veintena de instituciones nacionales y locales emitieron un mensaje que circula en internet y donde consideran la decisión de la Casa Blanca como una burla cruel al Derecho Internacional y a las leyes de Estados Unidos.
También el movimiento belga de solidaridad Iniciativa Cuba Socialista denunció en Bruselas la puesta en libertad del terrorista. Katrien Demuynck, miembro de esa agrupación manifestó a Prensa Latina su indignación.
En un mensaje dado a conocer la víspera desde Quito, los pueblos indígenas de Ecuador rechazaron también el doble discurso de la lucha contra el terrorismo del gobierno de Bush, y condenaron la puesta en libertad de Posada.
