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Les acompañaron padres, abuelos, profesores y trabajadores de distintos gremios. Autor: AP Publicado: 21/09/2017 | 05:12 pm
SANTIAGO DE CHILE, agosto 9.— Tal como habían anunciado, decenas de miles de estudiantes que demandan reformas educativas en Chile, marcharon el martes en Santiago y redoblaron la presión sobre el Gobierno del presidente Sebastián Piñera, golpeado por un desplome de su aprobación en los últimos meses.
Luego de culminada la manifestación los dirigentes estudiantiles chilenos afirmaron que exigirán un plebiscito si el Gobierno no responde a sus demandas.
La marcha, que según sus organizadores contó con la presencia de 150 000 personas —lo que la convierte en una de las mayores escenificadas hasta hoy—, se desarrolló en forma mayormente pacífica, con los estudiantes vestidos con sus uniformes y portando carteles con frases que exigen al Gobierno, entre otros reclamos, la gratuidad de la educación pública, en un conflicto que se extiende por unos tres meses.
Junto a los estudiantes marcharon profesores, padres y trabajadores de otros gremios chilenos como el de la industria del cobre, así como empleados públicos. Otras ciudades como Valparaíso y Concepción se unieron a la protesta, aseguró AFP.
«Una vez mas la movilización fue un éxito», describió Camila Vallejo, presidenta de la Federación de Estudiantes de Chile, a través de su cuenta en la red social Twitter, reportó Telesur.
Durante momentos de la movilización se apreciaron algunos disturbios, según denuncias de líderes estudiantiles y otros actores sociales, ocasionados por infiltrados para crear una imagen violenta del movimiento estudiantil de la nación sudamericana.
Al respecto Vallejo denunció el rechazo de los estudiantes a «todos los actos de violencia que se suscitaron después de la marcha pacífica y exitosa de la jornada», al tiempo que ratificó que los hechos de violencia y disturbios no fueron responsabilidad de los jóvenes, dijo PL.
El mensaje respondía así a críticas de autoridades gubernamentales acerca de «la incapacidad» de los dirigentes estudiantiles de tener «bajo control» las marchas.
Los actos vandálicos fueron desatados por encapuchados totalmente ajenos a los alumnos, los cuales provocaron violentos enfrentamientos con los carabineros.
