La defensa de la soberanía nacional seguirá siendo uno de los pilares del gobierno bolivariano. Autor: Prensa Miraflores Publicado: 01/10/2025 | 09:06 am
La activación por Venezuela del decreto de Conmoción Exterior luego de su firma por el presidente Nicolás Maduro, es consecuente con los peligros que enfrenta una nación atenazada hace una década por una guerra no declarada de Estados Unidos pero expresada en bloqueos, intentos de cerco diplomático, subversión, apoyo al mercenarismo y sanciones, y que se constituye ahora en amenaza bélica literal.
El despliegue por el Pentágono, hace varias semanas, de una parafernalia naval no vista desde la invasión y ocupación de República Dominicana en 1965, contentiva de sofisticados armamentos que incluyen destructores con misiles nucleares, helicópteros de asalto y 4 000 soldados, es una amenaza real para un país hostigado a cuyos líderes Washington, y concretamente el Departamento de Estado a cargo de Marco Rubio, se empeñan en tildar de narcotraficantes, como justificación para cualquier acción ilegal y atroz contra ellos, y contra un pueblo que se pronuncia por la paz pero no permitirá que se pisoteen su suelo, su soberanía ni su dignidad.
Movilizaciones ciudadanas y el enlistamiento de nuevos voluntarios en las Milicias bolivarianas, entre otras iniciativas populares, han sido las primeras acciones de respuesta luego de que el hundimiento de tres modestas embarcaciones pesqueras por los efectivos estadounidenses, bajo el argumento no demostrado de que transportaban drogas y que presuntamente -dijeron desde Washington- habían zarpado de las costas venezolanas, demostraron que es Venezuela la que está en la mirilla aunque se hable de enfrentar el narcotráfico -por añadidura de Trump, también terroristas- en todo el Caribe, y evidenciaron que se prepara una justificación -o se pretende una provocación- para desatar una acción bélica de envergadura.
En tal contexto, y con la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) presta para la defensa, el decreto firmado por Maduro le confiere los poderes especiales necesarios para tomar decisiones en esa materia y de seguridad, y se activaría de manera inmediata en caso de una agresión, explicó la vicepresidenta Delcy Rodríguez.
Entre las facultades que la Conmoción Exterior otorga al Jefe de Estado se halla la posibilidad de movilizar de manera total a la FANB en todo el país, tomar militarmente la infraestructura de los servicios públicos, incluyendo la industrias petrolera y minera; activar planes especiales de seguridad ciudadana y a la Milicia, así como cerrar fronteras, entre otras medidas.
Los recaudos para salvaguardar al país tienen lugar luego de que los reiterados y numerosos pronunciamientos de denuncia y alerta acerca de la ilegalidad de la presencia militar estadounidense en aguas del Caribe, y la amenaza que representa para la paz venezolana y regional emitidos por bloques, grupos de países, naciones, personalidades y movimientos populares y sociales, no han hecho que los marines reciban la orden de regresar a casa.
Existen indicios para pensar que pudiera ocurrir lo contrario. Según dijo The Washington Post hace seis días, el secretario de Guerra de Estados Unidos, Pete Hegseth, ordenó a cientos de generales y almirantes militares de su país estacionados en todo el mundo, asistir a una reunión urgente que tuvo lugar este martes en la base del Cuerpo de Marines en Quantico, Virginia.
Hay aproximadamente 800 generales y almirantes en Estados Unidos y en bases militares de ese país en el exterior, comentó el sitio antiwar.com, y fuentes informaron al Post que la orden de Hegseth se aplica a todos los oficiales superiores con rango de general de brigada o contralmirante o superior. La directiva ha sido descrita como sumamente inusual y posiblemente sin precedentes, añadió el diario.
Observadores especulaban que pudiera tratarse de una reestructuración mayúscula en el Pentágono… o de los preparativos para una guerra. Por lo que ha trascendido, no se equivocaron.
Al propio tiempo, la NBC citó a fuentes que no identificó para divulgar que un asalto sobre Venezuela ocurriría en algunas semanas, y que militares estadounidenses estarían elaborando opciones para atacar a supuestos narcotraficantes en esa nación como parte de un plan de desgaste y debilitamiento, aunque la nota aseveró que hasta el momento, presuntamente, Trump no habría aprobado algún plan.
Venezuela tiene todos los motivos y todo el derecho para estar alerta, y lista para defenderse. Quienes no tienen nada que hacer en Latinoamérica y el Caribe… ya se sabe quiénes son.