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El Majlis (Parlamento) de Irán desaconsejó este jueves que las conversaciones nucleares previstas para la próxima semana con seis potencias occidentales sean en Turquía, mientras el gobierno reiteró su determinación de proseguir con su programa atómico pacífico, informa PL.
De acuerdo con el diputado Alaeddin Boroujerdi, Irán favoreció que Bagdad acoja la tercera ronda de pláticas entre Teherán y el denominado Grupo 5+1 (los miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU más Alemania) para discutir temas generales de la esfera nuclear.
Boroujerdi, jefe del comité de seguridad nacional y política exterior del Legislativo persa, precisó que el G5+1 deberá pronunciarse sobre la propuesta de sede en la capital iraquí.
Explicó que la idea se sustentó en «la postura transparente de Irak sobre el tema nuclear iraní», y por ello el diálogo fijado para el 13 de abril debe ser allí, en vez de en Turquía.
Respecto al tema, el ministro iraní de Relaciones Exteriores, Alí Akbar Salehi, había mencionado ayer a Irak y China como posibles escenarios para la venidera ronda que analizará un paquete de propuestas, incluido el desarme nuclear.
Al respecto, Boroujerdi valoró ese conjunto de iniciativas sugeridas por Teherán, con temas de interés común, ayudará a despejar cualquier preocupación sobre sus actividades nucleares.
El parlamentario y exdiplomático agregó que la República Islámica también incluirá el asunto del asesinato de científicos nucleares iraníes, bajo la premisa de que «los occidentales deben ser preguntados porqué se mantienen callados ante esos actos terroristas».
Medios locales retomaron este jueves declaraciones del embajador iraní en Holanda, Mohammad Kazem Gharib-Abadi, para subrayar la determinación del gobierno local de que no cederá a exigencias de sus enemigos sobre el contencioso atómico.
Gharib-Abadi afirmó que la Unión Europea y Estados Unidos están tratando de elevar la presión y las sanciones contra Irán para forzarlo a detener su programa nuclear, pero -remarcó- fracasaron y fracasarán en ese propósito porque no renunciarán a lo que consideran un derecho.
«Bajo ninguna circunstancia las sanciones llevarán a Irán a desistir de sus derechos legales o a retractarse de su justificada posición sobre el programa nuclear transparente, pacífico y supervisado por el Organismo Internacional de la Energía Atómica», subrayó el diplomático.
Agregó que «nuestra bomba nuclear es el apoyo y la unidad de la nación iraní», y descarta que el gobierno esté tras esos arsenales.
