Ante la emergencia de teléfonos celulares inteligentes y tablet PC cada vez con más prestaciones, el mundo de las computadoras personales está reaccionando para no quedarse a la zaga
El año tecnológico, diferente al del calendario convencional, comenzó por así decirlo este martes en Las Vegas, Estados Unidos, donde se celebra durante la semana el Consumer Electronics Show (CES), una de las ferias del sector más importantes del mundo.
Allí, más allá de los anunciados televisores de ultra alta definición, o el proyecto ya en fase de prueba de autos que se conduzcan solos —o que al menos tengan un piloto automático que ayude a prevenir accidentes—, las grandes empresas de computadoras han aprovechado la ocasión para intentar seducir al mercado con nuevos productos que detengan su cada vez más aparatoso declive.
Ante la muerte anunciada y casi inevitable de las computadoras de escritorio, fabricantes como Samsung, Lenovo, Sony, Asus, HP, Dell o Toshiba han utilizado CES 2013 para lanzar nuevos productos, que tienen en común ser cada vez más ultradelgados, ligeros, pero sobre todo táctiles.
La revolución tecnológica que sin dudas supuso la aparición y extensión de los iPhone de Apple Computer, los primeros celulares masificados a escala global con pantallas táctiles y múltiples prestaciones accesibles a través de íconos, ha supuesto un cambio de mentalidad no solo de uso, sino de interacción con estos equipos.
Si una de las grandes barreras identificadas dentro de la llamada «brecha digital» era precisamente el desconocimiento de la escritura, imprescindible en la época de los teclados, el mundo táctil supuso, si no un salto, al menos un puente para paliar esa limitante.
Así, niños cada vez más pequeños, analfabetos e incluso personas que dominan idiomas diferentes, han encontrado en los íconos del iPhone, el iPad y sus émulos de diferentes marcas, una mano amistosa para acercarse con mayor facilidad al «uso tecnológico».
Esa es la verdadera esencia revolucionaria que se esconde detrás de la generación de los equipos mencionados, o de otras prestaciones como la nueva versión del sistema operativo de Microsoft, Windows 8, pensada para ser usada en compu-tadoras totalmente táctiles.
Tocar, en vez de teclear o dar click, será, sin lugar a dudas, el signo que marcará los derroteros tecnológicos en los próximos años, un camino que solo se bifurcará, quizá antes de lo esperado, cuando llegue el ansiado momento en que podamos «hablar» con los equipos, algo que, dicho sea de paso, ya está dando sus primeros frutos.
Por supuesto, la emergencia de lo táctil no se enmarca solo en la interacción propiamente dicha, sino que penetra también en el para qué usamos computadoras, tablet PC, laptops o celulares inteligentes, que al ser cada vez más fáciles de utilizar, requerir de pocos conocimientos y tener mayores prestaciones, son cada vez más utilizados en todo tipo de acciones, incluso profesionales.
Quedarse a la zaga de lo táctil, pero también de lo móvil, es de seguro una condena a muerte inminente en el mundo tecnológico actual, al menos para las grandes productoras de equipos.
Así lo ha comprendido, por ejemplo, la empresa Asus, la cual ha presentado en CES 2013 su Asus Transformer Book, una laptop o computadora portátil extrafina y, por si fuera poco, convertible, pues puede separar su pantalla para utilizarla como tablet, mientras que el procesador central se queda en el escritorio.
Si bien no se han revelado muchos datos internos de un equipo del cual apenas se han mostrado al público los primeros prototipos, la nueva creación supondría algo así como tener dos computadoras en una sola, pues si bien acopladas tendrían mejores prestaciones, su sola pantalla —por supuesto que táctil—, podría usarse libremente para reproducir música, videos, conectarse a Internet, consultar y escribir documentos, e incluso tomar sus propias imágenes.
Se trata de un concepto renovador de dos en uno, portátil convencional y tablet PC avanzada, que ha imitado también Lenovo con su Thinkpad Helix, que está pensada para el mundo empresarial, pues además de desprenderse en dos partes, cuando ambas están unidas logran una potencia sorprendente de procesamiento.
No obstante, Lenovo también ha apostado por una creación similar a la SurfacePC, ya presentada años atrás por Microsoft, a la cual bautizó como IdeaCentre Horizon.
El equipo se enmarca en la categoría de table, o tabla en español, ya que sus 27 pulgadas de pantalla táctil pueden reclinarse y convertirse en una mesa táctil, con varias aplicaciones diseñadas exclusivamente para ese uso.
Se trata de otra arista de la computación futura, donde las máquinas estarían integradas a objetos utilitarios comunes, o se convertirían ellos, como sucede con esta sui géneris laptop que puede hacerse mesa.
Otros que también han apostado por lo táctil son Samsung, con su nueva Serie 7 Chronos y Serie 7 Ultra; Dell, con las modernas Inspiron; e incluso Hewlett Packard, con su Sleekbook.
Como diría un analista que asistió a la feria: «Si hay algo claro, es que las nuevas computadoras serán en breve todas táctiles, algo a lo que Microsoft e Intel apuestan para mantener el entusiasmo en un segmento que muestra algunas señales de saturación».
Mientras que los fabricantes de computadoras se apresuran a adoptar a toda carrera la también conocida como tecnología touch (toque en inglés), los de móviles en cambio están apostando por acercar cada vez más las prestaciones de sus equipos a las de una PC convencional.
El mismo Samsung, que se mueve en uno y otro bando, u otros grandes como Nokia, han esperado al evento tecnológico para presentar tanto móviles como aplicaciones para ellos, que se caracterizan por tener cada vez más prestaciones.
Todo indica que el mundo de los smartphones o teléfonos inteligentes, como si se tratara de los televisores, apuesta por pantallas cada vez más grandes, rozando el límite que los distingue de las tabletas.
Y no se trata solo de las grandes marcas y los modelos caros, empresas chinas como Huawei y ZTE, así como la japonesa Sony, también se han sumado a esta especie de moda, con dispositivos a precios más económicos y por ende accesibles a un mayor público.
Los hay, en cambio, que han apostado por lanzar productos de uso común con prestaciones de celular o minicomputadora, como las Google Glass, unas gafas de realidad aumentada que se espera sean presentadas en los próximos meses, que tendrán conexión a mapas o funcionarán de modo similar a un teléfono de última generación.
Otros fabricantes también han avizorado la posibilidad de que podrían sacar a la venta en el futuro inmediato relojes u otros aparatos conectados a la red de redes, los cuales podrían suministrar datos útiles a los usuarios y, por ende, darían un nuevo impulso a la tendencia hacia lo móvil que hoy domina el espectro tecnológico.
Lo que sí es seguro es que, ya sea desde móviles o tablet PC, lo táctil y lo inalámbrico irán de la mano en los próximos años, y muchos vaticinan que al final quizá terminarán fundidos en un mismo equipo, que tendrá las funcionalidades de una computadora, las prestaciones de un teléfono, y al cual, en vez de estarlo toqueteando, quizá le podamos, simplemente, hablar.
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