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Diez años: es duro eso...

Todo parece indicar que en este 2008 Fernando Beltrán saldrá de la pesadilla vivida, y podrá al fin tener su vivienda concluida, después de tanto tiempo y tanta tempestad...

El 16 de noviembre de 2007, Fernando denunció aquí que en 1989 había comenzado la construcción de su vivienda por esfuerzo propio en Cueto, provincia de Holguín. Y quedó paralizada con la irrupción del período especial, cuando solo se habían realizado escasas acciones constructivas.

En 1997 le concedieron un crédito por poco más de 2 000 pesos para los materiales y la mano de obra, que estaría a cargo de la entidad Microservi. Pero esta ejecutó solo el cerramento, el piso de tres cuartos y el baño, por valor de 360 pesos, y volvió a paralizarse la obra.

La ironía es que Microservi sí cobró el cheque emitido por el Banco, como si hubiera concluido la casa, y Fernando sigue pagando aún el crédito, cuando la obra quedó trunca.

En todos estos años, el hombre ha reclamado a Microservi y a las unidades Municipal y Provincial inversionistas de la Vivienda, y nunca le dieron una respuesta convincente y clara.

Al respecto, responde Archy Felipe Lam, director provincial de la Vivienda en Holguín, que confirma que los hechos sucedieron así, y reconoce «morosidad, desorganización y falta de seguimiento al caso por parte de Microservi y de la Unidad Municipal inversionista de la Vivienda (UMIV) de Cueto».

Precisa el funcionario que en la inversión de la vivienda falta por concluir el cerramento, el resane grueso y fino de los muros, la colocación del techo y del piso, y asegura que «se indicó por parte de nuestra Dirección Provincial a la Unidad Provincial Inversionista de la Vivienda (UPIV) y a la EMSSV (?), incluir en el Plan de 2008 y entregar los materiales que faltan para la ejecución de la obra, hasta dejar definitivamente solucionado el caso».

Agradezco la respuesta del director, y solo me queda lamentar que un ciudadano haya tenido que esperar diez años por la «morosidad, desorganización y falta de seguimiento por parte de la Microservi y la UMIV de Cueto». Se dice así y ya, pero es muy duro. Y confirma que no siempre los problemas de vivienda se explican por la escasez, sino que también inciden en ellos otras «carencias» humanas que avergüenzan y duelen. ¿Qué medidas se toman con quienes incumplen así con la ciudadanía?

La segunda respuesta de hoy la da María Victoria Coombs, directora de Empleo del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS), a raíz de la queja de Nelson Sao Francisco, aparecida aquí el 5 de enero pasado.

Nelson, quien reside en Lombillo 702, apartamento A, en el municipio capitalino de Plaza de la Revolución, contaba que fue llamado a cumplir el Servicio Militar en agosto de 2006, cuando llevaba seis meses en ETECSA realizando el adiestramiento laboral correspondiente al Servicio Social, como graduado de técnico medio en Transporte Automotor. Y cuando retornó al centro, en agosto de 2007, le dijeron que había causado baja, lo que consideró una arbitrariedad.

Al respecto, aclara la directora de Empleo del MTSS que el Decreto Ley 120, en su artículo 2, establece que «la relación laboral de los trabajadores llamados al cumplimiento del Servicio Militar Activo que laboran mediante contrato de trabajo por tiempo indeterminado, se considerará suspendida por todo el tiempo que dure el cumplimiento de dicha obligación, a cuyo término podrán incorporarse a su entidad laboral en la ocupación que desempeñaban».

En el caso de Nelson, señala que cuando fue llamado al Servicio Militar, no tenía contrato de trabajo por tiempo indeterminado con ETECSA; se encontraba en período de adiestramiento, sin cubrir plaza alguna aún.

No obstante, la política de empleo del país, precisa, reconoce a los licenciados del Servicio Militar Activo, mediante la Resolución Conjunta 140 MINFAR-MTSS, de diciembre de 2004, que establece la ubicación priorizada de los jóvenes que se licencian del SMA.

En el caso de Nelson, agrega, la Dirección de Trabajo de su territorio lo entrevistó, y lo ubicó como mecánico automotor —su especialidad— en la Empresa Unión Constructora Eléctrica del MINBAS. Nelson estuvo conforme con la misma, con la labor que realiza y con el tratamiento recibido.

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