Acuse de recibo
El local de la Filial Provincial del Instituto Nacional de Seguridad Social (Inass) en Granma, sito en la ciudad de Bayamo, está en una situación pésima, y se inunda de agua cuando llueve, tanto por el techo como por debajo, denuncia Zailyt Arévalo Martínez, gestor integral de Seguridad Social en esa institución.
Afirma el remitente que ya se les ha planteado el problema a las autoridades provinciales y municipales, y no se avista solución alguna para una entidad con gran impacto social, donde se tramitan todos expedientes de jubilación en esa provincia.
«Lo único que pedimos, plantea, es un local nuevo donde tengamos las condiciones mínimas de trabajo, para una tarea tan importante como es el trámite de expedientes de pensión de las personas que han trabajado la vida entera; pues se pueden perder los documentos si en un momento inesperado el agua se filtra más de lo acostumbrado», concluye Zailyt.
¡S.O.S.! Está contaminada con aguas albañales la cisterna del edificio sito en Pasaje Fernández 43, entre Ulacia y Castillo, en el reparto Juanelo, del municipio capitalino de San Miguel del Padrón, según denuncia de Dilio Cabrera Amarán, uno de los residentes del lugar.
Cuenta el vecino que la tragedia, incluido el colapso de la red hidrosanitaria, fue planteada a la delegada de la circunscripción, a la doctora del consultorio y a Higiene y Epidemiología, que fue de inmediato y realizó las pruebas del agua, y se determinó que la cisterna y los tanques elevados no se pueden utilizar.
También Dilio se personó en Atención a la Población del Poder Popular el 16 de marzo y aún no se ha obtenido respuesta al respecto. El 22 de marzo estuvo en el edificio Acueducto y Alcantarillado, y revisó la cisterna, la cual, a pesar de que los vecinos la vaciaron, volvió a contaminarse. El visitante planteó que enviaría la motobomba para el vaciado de la misma.
El pasado 7 de abril apareció el camión de limpieza de fosas, pero el mismo no se utiliza en el vaciado de cisternas, pues la contaminación sería mayor.
«Conclusión: lo que se necesita es que Vivienda, Edificios Múltiples y Acueducto y Alcantarillado se pongan de acuerdo y procedan con la reparación de las redes hidrosanitarias primero; después con la descontaminación de la cisterna», señala Dilio.
Y relata que los vecinos deben almacenar agua dentro de las casas hasta tanto se pueda descontaminar la cisterna, pero no existe una logística preparada para la ocasión: no todos cuentan con tanques bajos ni dónde comprarlos. Y la pipa ha mantenido el servicio estable.
El problema se detectó y comunicó desde el día 17 de febrero pasado, y hasta ahora los residentes del edificio continúan como el primer día: se abastecen del agua que les proporciona el resto de los vecinos. ¿Hasta cuándo?
Iris Pérez López (calle 2 no. 54, apto. 22, entre 3ra. y 5ta., Vedado, La Habana) relata que el pasado 24 de marzo sufrió un accidente doméstico que derivó en fracturas en algunos dedos de su pie izquierdo. Y fue trasladada al Hospital Ortopédico Fructuoso Rodríguez por sus solidarios vecinos.
Allí, en el cuerpo de guardia la atendió el doctor Roberto Prieto, con gran profesionalidad y humanismo, quien logró con sus conocimientos que no tuviera que subir al salón de operaciones: así fue en las posteriores consultas de la recuperación.
Iris agradece también a la doctora María Elena González, del consultorio de B, entre 3ra. y 5ta. Vedado, por su constante preocupación y atención.
Y, una vez concluido el período de inmovilización, fue remitida al centro de rehabilitación del policlínico Héroes del Corinthya. Allí la secretaria Adis recibe al paciente con una sonrisa, y en la rehabilitación hay un equipo de trabajo muy joven con gran cohesión y compañerismo, dirigido por el licenciado Blas. De ese colectivo, agradece especialmente a Alejandro, Laura y Elier, quienes con gran profesionalidad, amable trato y sonrisa permanente alivian las dolencias.
«He viajado hace poco a los Estados Unidos y constaté que solo el turno para ver a un médico cuesta 25 dólares, una receta el mismo valor, sin contar el precio de los medicamentos», refiere y encomia la labor, muchas veces anónima, de nuestros profesionales de la salud.
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