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Inquietud de un cuentapropista

Ahora que acaban de difundirse nuevas disposiciones jurídicas  para el perfeccionamiento del trabajo por cuenta propia en el país, llega esta historia a nuestra redacción que merece el esclarecimiento de las autoridades pertinentes.

Lisandra Sánchez Expósito (calle Rubén Bravo, edificio 3, apto. 12, Cacocum, Holguín) cuenta que su papá es trabajador por cuenta propia hace 15 años. Tiene un puesto de venta de alimentos frente al parque de esa localidad holguinera, que colinda con la terminal de ómnibus, y queda de espaldas a la línea del ferrocarril.

Hace unos dos meses, refiere, las autoridades municipales dispusieron que se debía reformar los quioscos antiguos, que eran de hierro, y en su lugar los propietarios, con esfuerzos propios, debían hacerlos nuevos, de mampostería. En esa reunión, en la cual se dieron tales orientaciones, estaban los funcionarios del municipio, incluyendo la Presidenta del Gobierno.

Días después, representantes del Gobierno se acercaron a preguntar  por qué no se había comenzado las obras, pues debían estar concluidas antes del 26 de julio. Y el padre de Lisandra puso manos a la obra. Ya por estos días el quiosco está a nivel de cintillo, con las mesetas fundidas, esperando por el enchape. Ya está repellado, tiene reja puesta, además de que ya tienen el techo y la puerta listos, esperando para ponerlos.

Y el pasado 6 de julio le informaron que el quiosco iba a ser demolido, porque no podía estar allí. El lunes 9 de julio el padre y el tío de Lisandra, que son quienes trabajan allí, fueron al Gobierno municipal para ver qué posible solución podían encontrarle a esta problemática. Y la respuesta fue, sencillamente, que debía demolerse antes del viernes próximo. Que esa era la orientación, y no sabían si los iban a indemnizar el dinero invertido hasta ese momento y que tampoco sabían quién tenía que ver con ese asunto. Que el problema de ellos era demoler y lo iban a hacer.

«¿Cómo usted cree que nos sentimos ante este atropello al que estamos siendo sometidos? Somos dos familias que dependemos de ese trabajo, con niños pequeños que mantener, personas enfermas. Necesito ayuda para ver si podemos encontrar una solución a este problema que nos está afectando», expone Lisandra.

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