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Atendido el ruego de una madre

 

Con el título El ruego de una madre, el pasado 19  de agosto reseñé, contada por Mercedes Rodríguez Palomino, la historia de su hijo Humberto Pérez Rodríguez, quien tiene hecho un trasplante de riñón hace tres años, y padece de Hepatitis C desde los 17.

Refería Mercedes que Humberto contrajo la Hepatitis C con insuficiencia renal Grado IV, cuando se hemodializó durante un año. Y ella le donó un riñón. Entonces, no había un medicamento para esta enfermedad compatible con el trasplante renal. En Cuba se usaba Interferón, pero no se le podía administrar.

Nueve años después del trasplante, sufrió una pancreatitis necrosante, y estuvo en terapia intensiva cinco meses. Le dañó seriamente el injerto, provocándole proteinuria y pérdida de la función renal.

De nuevo en hemodiálisis, fueron al Instituto de Gastroenterología, para el tratamiento contra la Hepatitis C existente en el país entonces. Y el uso del medicamento antirrechazo postrasplante había agravado el virus en sangre, lo que unido al deterioro por las hemodiálisis, causó niveles desmedidos de fosfatasa alcalina. Y se estimó que no podía seguir con ese medicamento, pues se podía comprometer seriamente su estado físico.

Seis años después, llegó el trasplante de riñón. Y fue exitoso. Recuperó niveles adecuados de fosfatasa alcalina, y dejó de caminar con andador y bastón. Fue propuesto en el Instituto de Gastroenterología, previa consulta con un equipo multidisciplinario, para el medicamento capaz de negativizar el virus, y que puede ser administrado a trasplantados, con resultados positivos a nivel mundial.

Se solicitó al Minsap la aprobación de la propuesta, y el Instituto de Nefrología hizo el expediente en el primer trimestre de 2018 y lo elevó al Minsap. Impaciente, Mercedes indagó en el Departamento de Medicamentos de ese ministerio. Y le informaron que analizaban en Medicuba los posibles lugares y países que facilitaran mejores precios pues el precio del medicamento está en el orden de los miles de dólares.

Mercedes continuó llamando, y le aseguraron que seguían gestionando la compra.

Al respecto, ya el 13 de septiembre respondía el doctor  Emilio Delgado Iznaga, director de Medicamentos y Tecnologías Médicas del Minsap, que una comisión ministerial presidida por él se entrevistó con Mercedes y su hijo, con los directores de los Institutos de Nefrología y Gastroenterología, respectivamente, y con los médicos que atienden al paciente; además de revisar toda la base documental del caso.

Se evidenció, precisa, que a Humberto se le prescribió el medicamento Zepatier (Grazoprevir 100 mg/ Elbasvir 50 mg) por el nefrólogo para el tratamiento de la Hepatitis C, antiviral útil en pacientes con afectación marcada de la función renal.

Se comprobó que a finales de marzo de 2018 se solicitó la adquisición del Zepatier por el Departamento de Análisis y Planificación de Medicamentos del Minsap. Pero el titular de la patente de fabricación es la compañía norteamericana Merck Sharp & Dohme, lo cual impide adquirirlo por parte de Cuba, debido al bloqueo implantado por EE. UU. a nuestro país.

No obstante, señala, aunque tal fármaco no integra el cuadro básico de medicamentos en Cuba, se solicitó a la Empresa Medicuba información sobre la existencia de algún genérico y el precio posible, pues no existen antecedentes de su compra. Y de ese medicamento no hay genéricos, por lo que se indagaron otras alternativas de tratamiento.

Como resultado, se propuso el Sofosbuvir/Ledipasvir (Harvoni), medicamento que Cuba compra anualmente para casos específicos, en los que no existe otra opción terapéutica.

Todo lo anterior, agrega el doctor Emilio, se le explicó a Mercedes y a su hijo. Se les informó que el medicamento debe llegar próximamente a Cuba, y está previsto en el Instituto de Gastroenterología la inclusión de Humberto en los tratamientos para este año, teniendo en cuenta que cumple con los criterios establecidos para estos casos.

Añade que actualmente Humberto se encuentra estable y compensado de su patología, y al propio tiempo se le ofreció esta respuesta a Mercedes, quien se mostró muy satisfecha con la atención brindada.

Hay que agradecer al sistema de salud cubano, que ágilmente no escatimó alternativa alguna por Humberto, como lo hace silenciosamente con muchos compatriotas, en medio de un feroz bloqueo imperial, que no cree ni en la vida de un paciente.

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