Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

¿Sí, pero no?

Raudel del Llano Hernández (Calle Serpentía No. 11830, entre Arday y Lindero, El Trigal, Boyeros, La Habana) relata la odisea experimentada con la Empresa Eléctrica desde que el 31 de julio pasado se le afectaron en su hogar varios equipos por alto voltaje.

Cuenta que entonces, para hacer la reclamación, consultó el procedimiento para esos casos, colocado como información oficial en el sitio web de la Unión Eléctrica (UNE). «Y solo nos ha servido
—afirma— para percatarnos de que este no se ha cumplido en ningún momento».

Precisa que mediante innumerables visitas y llamadas telefónicas es que ha logrado que el proceso avance a duras penas. Finalmente, el 1ro. de septiembre le hicieron la NT (Nota de Trabajo) y la Declaración Jurada. Y en la NT se expresa textualmente como causa que «por neutro dañado se dañan los equipos».

Refiere él que «en nuestro proceso ha habido de todo: carros de guardia que no vienen o engaños diciendo que vinieron pero no había nadie en casa; supuestas visitas de funcionarios a nuestra casa que nunca existieron, comunicaciones
de la UEB de Boyeros que nunca nos las hicieron saber, quejas administrativas que nunca han sido contestadas. Y hasta engaños por parte de un funcionario en Atención al Cliente de la Empresa provincial. Maltratos, al tener nosotros que hacer todas las gestiones para un proceso que debía caminar por sí mismo».

Los documentos antes mencionados (NT y Declaración Jurada), añade, llegaron a la Empresa provincial un mes después de elaborados y dos meses después de la primera queja técnica, en un proceso que no debía sobrepasar una semana. Agrega que fueron los técnicos a revisar los equipos y corroboraron que al menos tres de estos sí se habían roto por alto voltaje. Pero hace unos días, les dejaron las conclusiones del proceso con una vecina, alegando muy escuetamente que «se cancela el expediente por no presentar evidencias de alto voltaje». Escrito con bolígrafo y sin cuño.

«¿Cómo es posible afirmar esto cuando tenemos al menos tres documentos de la Empresa Eléctrica afirmando que sí ocurrió el alto voltaje, por
problemas en el neutro y corroborado en los equipos dañados? Tenemos todos los números de quejas, reportes, documentos emitidos, fechas y visitas, que avalan las pruebas sobre el mal procedimiento que ha tenido la Empresa Eléctrica con nuestro caso.

«No obstante las innumerables molestias ocasionadas en tiempo y malas informaciones, tenemos a una anciana en casa y un niño ya en teleclases y nos hemos visto envueltos en una espera que más pareciera una invitación a desistir. Esperamos que alguien haga valer el lema de la Unión Eléctrica: Nos UNE la solidaridad».

Sí, compañera

Leonardo Hernández Viamontes (Concordia 158 Apto. 4, entre San Nicolás y Manrique, Centro Habana, La Habana) expresa que, aunque la mayor parte de las cartas que recibo deben corresponder a quejas, él solo desea hacer justicia, reconociendo el magnífico trabajo
desempeñado por el colectivo del mercado sito en Galiano y Ánimas, Centro Habana, perteneciente a Tiendas Caracol.

Cuenta que el 2 de octubre fue allí para adquirir algunos productos y apreció un grato ambiente, manifestado por la magnífica atención y agradable trato que se dispensa a los clientes por parte de los empleados de la misma.

Volvió el 9 de octubre y el mercado estaba afrontando una mala e intermitente conexión, que provocaba largas esperas para ejecutar el pago por los clientes de las mercancías. Y con 86 años, Leonardo se agota fácilmente. Al pasar un tiempo en espera de su turno para pagar, se sintió mal y decidió marcharse. Lo dijo a la empleada que estaba en la caja, para proceder a devolver las mercancías a los estantes correspondientes.

«Para asombro mío —dice— ella me buscó un banco para que me sentara y a ella le cedió el suyo el compañero que estaba de guardia en la puerta de la tienda. La cajera informó que ella se haría cargo de los trámites cuando hubiera conexión. Así lo hizo. ¡Qué actuación más noble la de la compañera y de otros trabajadores de la tienda!», concluye Leonardo. Y este redactor solo añade: ¡Qué bien utilizada la palabra compañera, tantas veces mal direccionada!

Comparte esta noticia

Enviar por E-mail

  • Los comentarios deben basarse en el respeto a los criterios.
  • No se admitirán ofensas, frases vulgares, ni palabras obscenas.
  • Nos reservamos el derecho de no publicar los que incumplan con las normas de este sitio.