Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

Sin su título

La doctora Liseth Castaigne López (avenida 41, edificio 8208, apto. 1, entre 82 y 84, Marianao, La Habana) es una joven que, graduada en 2018 como médico en la Universidad Mariana Grajales de Holguín, por su trayectoria durante toda la carrera fue beneficiada con el inicio inmediato de la especialidad de Medicina Intensiva y Urgencias en edades pediátricas, que cursó en el hospital Juan Manuel Márquez, perteneciente a la Facultad de Medicina Carlos J. Finlay.

En abril de 2022 concluyó la especialidad, y desde entonces no ha podido recibir el título que lo acredita. En varias ocasiones lo ha solicitado en la secretaría de la Facultad Carlos J. Finlay, y la respuesta no ha sido esperanzadora.

Según las referencias recibidas, señala, desde 2019 no se entrega allí ningún título. Y quienes han podido obtenerlo es porque al año de haber defendido los ejercicios de especialidad, pagan la suma de 17 000 dólares, en su condición de estudiantes extranjeros.

Liseth, quien labora en el hospital pediátrico de San Miguel del Padrón, pregunta:

«¿Cuánto costo económico representa la confección de un título? ¿Qué legalidad protege a una persona que ejerce una especialidad sin respaldo alguno? Si nuestro país es un Estado de Derecho, ¿cómo es que un profesional cubano debe esperar tanto tiempo para que le sea entregado un título ganado como resultado de sus esfuerzos?

«¿Acaso con un solo estudiante extranjero que pague por su título la cifra de 17 000 dólares no se podrán confeccionar los títulos de los estudiantes cubanos que logran graduarse cada año de una especialidad?».

Y concluye expresando su esperanza de que más temprano que tarde tenga solución un problema tan sensible.

Gratitud

Jenifer Ramudo (edificio 54, apto. 9, Alberro, Cotorro, La Habana) quiere transmitir su reconocimiento público al personal del hospital materno infantil Diez de Octubre (Hijas de Galicia), donde estuvo ingresada por un embarazo ectópico.

«No tengo formas de expresar mi agradecimiento por la atención de todos, afirma, desde las doctoras del cuerpo de guardia Raisa Menéndez y Patricia, y las enfermeras y estudiantes que allí se encontraban, hasta los trabajadores de la sala 6 del segundo nivel, entre ellos al doctor Yosvani.

«También, y muy especialmente, al equipo del doctor Leonardo, que me atendió en el salón y me operó. A todos ellos mi agradecimiento, e igualmente al doctor Acuña y su secretaria, del departamento de Ultrasonido del policlínico Efraín Mayor, de Cotorro».

Sin recetas

El pasado 6 de noviembre, el doctor Rodolfo Rivero, estomatólogo jubilado de 85 años y residente en Ánimas 960, entre Oquendo y Soledad, Centro Habana, en la capital, escribió a esta columna muy preocupado por la falta de modelos de recetas médicas.

Contaba que un mes atrás, producto de la angina de pecho que padece, fue al policlínico Albarrán de ese municipio para que le recetaran su indispensable nitroglicerina. Y no había allí recetas ni tampoco en los consultorios del médico de la familia.

A inicios de noviembre volvió al policlínico y no había recetas. Y señala que tratando de investigar sobre las recetas de marras, supo que en los almacenes… ¡había recetas!

¿En fase terminal para que lo indemnicen?

Yoel Velázquez Rojas, trabajador de la sucursal 6921 de Bandec en la ciudad de Holguín, está pagando un seguro de vida desde 2016; y en enero pasado le detectaron un tumor maligno en la vejiga. Ahí comenzó todo…

Entonces, salió de certificado médico por Oncología, lo intervinieron quirúrgicamente el 4 de abril, y ya el 1ro. de julio reinició su vida laboral. Y cuando presentó su expediente en la Empresa de Seguros Nacionales (ESEN), lo citaron para la comisión médica, y le dijeron que no se le indemnizará por el seguro, pues no recibió ni quimioterapia ni radiaciones; y su estado de salud era bueno.

«Solicité a la comisión, dice, que necesitaba al menos una indemnización por la diferencia del salario dejado de cobrar en el tiempo del certificado médico; solo eso, no miles de pesos. Y no aceptaron. Para recibir entonces una indemnización de la Esen, ¿la comisión debe verme en una silla de ruedas y  en una fase terminal del cáncer?», se pregunta finalmente.

 

Comparte esta noticia

Enviar por E-mail

  • Los comentarios deben basarse en el respeto a los criterios.
  • No se admitirán ofensas, frases vulgares, ni palabras obscenas.
  • Nos reservamos el derecho de no publicar los que incumplan con las normas de este sitio.