Acuse de recibo
Alejo Bouzón Díaz, residente en Ormani Arenado 205, entre Frank País y 2da., en la ciudad de Pinar del Río, escribe en nombre de sus vecinos, para ver si tiene solución el calvario que sufren hace 23 años con las inundaciones cada vez que llueve.
Refiere que esa es una zona baja de la ciudad. Y el asunto se agravó a raíz de que varias personas construyeron sus viviendas, y especialmente una de ellas bloqueó el arroyo por donde se producía el desagüe, lo que impide que las aguas que descendían por la calle Ormani Arenado drenen hasta el arroyo Galeano.
En su momento, añade, tal problema fue de conocimiento de instituciones como el Gobierno Provincial, Acueducto, Planificación Física y la Vivienda. Pero nunca se concretó una solución.
Posteriormente, Acueducto introdujo en la calle 2da., al final de Ormani Arenado, un cuadro de concreto con la finalidad de darles paso a los alcantarillados que se unen en esa zona. Al instalarlos, estos estaban 50 o 60 centímetro por encima de la calle. Y la solución que encontraron fue levantar la calle hasta ese nivel, lo que provoca que el agua se represe hacia las viviendas de Ormani Arenado, entre 2da. y Frank País, cuando existen precipitaciones.
A finales de 2024, Acueducto también realizó un registro descubierto para evacuar las aguas negras de las calles Rosario y Sol, pero ahora esas aguas negras, cuando se producen las inundaciones, se mezclan
con el agua de lluvia y penetran en las viviendas.
Incluso, hasta el agua potable que se consume allí en ocasiones está contaminada.
Esta situación, precisa, es de conocimiento del Gobierno Provincial, que alega que no tienen combustible para resolver el problema. La solución, según explicaron, radica en bajarle el nivel a la calle 2da., para que el agua no se estanque. Pero hasta ahora, nada se ha hecho.
Sin embargo, una mipyme en la ciudad está dispuesta a ofrecer el combustible que se necesita para resolver el problema que presentan los vecinos de la cuadra desde hace tanto tiempo, lo que las autoridades conocen. «¿Hasta cuándo debemos seguir todos con este calvario de las inundaciones?, señala, ¿Cuántos años más debemos esperar? ¿Por qué cuando hubo algo de recursos este tema no se solucionó? Ahora la problemática es aún más compleja y difícil para todos los vecinos del lugar», concluye Alejo.
Morosidad que genera desconfianza
Yanys Alpízar Duarte (Bellavista 671, apto. 9, entre Colón y Lombillo, Plaza de la Revolución, La Habana) relata los avatares vividos desde que el 23 de abril pasado su esposo contratara los servicios del bufete colectivo sito en Conill, entre Central y Ermita, en ese municipio, para solicitar dos inscripciones de nacimiento de su difunto padre, dos de su hermana y dos de él.
Reconoce primero que ese día en el bufete fueron atendidos de manera muy profesional y amable; pero a pesar de que el propio bufete tramitó esas
solicitudes al siguiente día ante el Registro Civil de Plaza de la Revolución, los documentos no han sido entregados por esta última institución.
Ante tamaña demora para un servicio que debiera ser expedito, Yanys se comunicó con el teléfono 7836 1879, de Atención a la Población del Ministerio de Justicia. Y quien la atendió le indicó dirigirse a la Dirección Provincial de Justicia de La Habana los miércoles, con la advertencia de que solo atienden 20 personas ese día indicado. «Sobre esto último, el juicio y el comentario se los dejo a ustedes», comenta.
Yanys solicita que un directivo del Ministerio de Justicia le precise cuál es el tiempo límite indicado para la confección y entrega sin errores de ese tipo de documento.
«Mi esposo solicitó y pagó los servicios del bufete colectivo, afirma; pues somos trabajadores y no tenemos tiempo ni medios de transporte. Y, además, ese mecanismo fue creado para darle facilidad a la población y satisfacción a sus necesidades.
«Y que me expliquen cuál es la razón para que algo tan sencillo, teniendo en cuenta la facilidad que brindan los medios digitales de la modernidad, se convierta en una infernal tortura que crea insatisfacción, desconfianza y pérdida de credibilidad», concluye.
Para que lleguen sus quejas o planteamientos a esta sección, usted deberá enviarlos al correo lectores@juventudrebelde.cu, sin olvidar su nombre y apellidos y la dirección particular donde reside.