La tecla del duende
En torno al optimismo, el realismo o el pesimismo, se han tejido varias interpretaciones desde el vaso a la mitad de su capacidad. Pero esta vez llega la colaboración de Maykel para regalarnos un vaso diferente, tan necesario como el anterior.
Una sicóloga en una sesión grupal levantó un vaso de agua. La mayoría de las personas esperaban las recurrentes preguntas: ¿Está medio lleno o medio vacío? ¿Cabe algo más en este vaso? Sin embargo, ella preguntó: ¿Cuánto pesa este vaso?
Las respuestas variaron entre 200 y 250 gramos. La sicóloga respondió: «El peso absoluto no es importante, depende de cuánto tiempo lo sostengo. Si lo sostengo un minuto, no es problema. Si lo sostengo una hora, me dolerá el brazo. Si lo sostengo un día, mi brazo se entumecerá y paralizará».
El peso del vaso no cambia, pero cuanto más tiempo lo sujeto, más pesado y más difícil de soportar se vuelve.
Y continuó: «Las preocupaciones son como el vaso de agua. Si piensas en ellas un rato, no pasa nada; si piensas un poco más, empiezan a doler, y si piensas en ellas todo el día, acabas sintiéndote paralizado, incapaz de hacer nada». ¡Acuérdate de soltar el vaso!
Este sábado 12 de marzo se realizará un Festival de la Prensa en la Casa de la Música de 31 y 2, con expansión al barrio de La Timba. Hasta esa fiesta por el Día de la Prensa Cubana llega nuestra sección con su habitual Tertulia. Si deseas conocer a varios de los integrantes de este proyecto, puedes visitar este encuentro y así te conectas con nosotros de manera presencial. La invitación es para que te sumes desde las diez de la mañana a las actividades, que se extenderán hasta las tres de la tarde, con las ocurrencias listas para compartir. El tema es libre, para que todos los lectores puedan concurrir con sus iniciativas. De cualquier modo las mujeres, los abrazos, emergen entre otras palabras. Los esperamos.
Nelson Kaleb: Marqué tres fechas en el almanaque: nuestro enlace, nuestra boda y tu partida. Quiero registrar la de tu regreso, aunque sea en otro almanaque. Alina M.
Siviel: Mamá y tío te seguirán regalando un cumpleaños cada día. Loyda y Fernando.
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