La tecla del duende
Las amistades deben preservarse, porque se trata de un bien preciado. Hoy les comparto una reflexión sobre el tema…
Había una vez un gusano y un escarabajo que, a pesar de sus diferencias, eran grandes amigos. Un día, la compañera del escarabajo empezó a cuestionarle la amistad hacia el gusano. Tal fue su insistencia que el escarabajo decidió poner a prueba la amistad alejándose un tiempo para esperar a que el gusano lo buscara.
Pasó el tiempo y se enteró, a través de una abeja, de que el gusano se estaba muriendo de tanto esfuerzo, ya que cada día emprendía un largo camino para llegar hasta su amigo. El escarabajo decidió ir a visitarlo y, al rencontrarse, el gusano, ya muy débil, le dijo cuánto se alegraba de ver que estaba bien. Sonrió por última vez y se despidió de su amigo, sabiendo que nada malo le había pasado. El escarabajo, avergonzado por haber confiado su amistad en otros oídos que no eran los suyos, entendió que el gusano, a pesar de ser tan diferente a él, era su fiel amigo. Y, sobre todo, aprendió que el tiempo y la distancia no destruyen una amistad, son las dudas y nuestros temores lo que más nos afectan. (Enviado por RTD).
La próxima semana llegamos al noveno mes del año. Retomaremos las tertulias en todo el país y, en La Habana, tendremos el sábado 13 de septiembre el aniversario 18 de la Tecla del Duende.
Nos veremos en la Sociedad Cultural José Martí, sita en 17 y D, Vedado, a partir de las dos de la tarde, para festejar también un cumpleaños colectivo.
Antes de reunirnos en La Habana, habrá encuentros en Santa Clara y
Sancti Spíritus el primer fin de semana, así como en Las Tunas y Holguín en el tercero.
De los topos, aprendimos a hacer túneles. De los castores, aprendimos a hacer diques. De los pájaros, aprendimos a hacer casas. De las arañas, aprendimos a tejer.
Del tronco que rodaba cuesta abajo, aprendimos la rueda. Del tronco que flotaba a la deriva, aprendimos la nave. Del viento, aprendimos la vela.
¿Quién nos habrá enseñado las malas mañas? ¿De quién aprendimos a atormentar al prójimo y a humillar al mundo? Eduardo Galeano