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Para la FMC el apoyo a las tareas educacionales es prioridad, así lo hicieron saber en un mensaje a propósito del incio del curso escolar 2008-2009
Amanece septiembre y, en Cuba, todas las escuelas abren sus puertas para iniciar un nuevo curso escolar. Quizás madrugaron hoy quienes vienen por primera vez a las aulas, como queriendo acercar el momento feliz. La algarabía de los saludos y encuentros entre quienes retornan de las vacaciones inunda las calles también. Todos tienen la certeza de encontrar un aula, una maestra, sus materiales. Esa tranquilidad, tan escasa en otros países, es una conquista que sabe suya la familia cubana.
Hoy es un día especial para las niñas y los niños, pero también para adolescentes, jóvenes, adultos y ancianos, porque la sed de conocimientos impulsa a unos a las escuelas primarias, secundarias, preuniversitarios y politécnicos; a otros, los lleva a los Cursos de Superación Integral, a las Facultades Obreras y Campesinas, a los centros de Educación Superior —ahora diseminados por todos los municipios—, y hasta a la Universidad del Adulto Mayor.
Maestros y aprendices a la vez, todos los miembros de la familia participan de la educación. Con su ejemplo personal, madres y padres siembran en sus hijas e hijos los valores esenciales que han de guiarlos en la vida. Luego, a ellos se suma el empeño de la escuela, y se integran a esta compleja labor las organizaciones de la comunidad.
Para la Federación de Mujeres Cubanas el apoyo de las tareas educacionales es una tarea de máxima prioridad. Nuestras representantes ante los Consejos de Escuelas son el enlace entre esta institución, la familia y la comunidad. El gran reto y la responsabilidad que nos corresponde a todos es lograr integrar esos esfuerzos para influir en una misma dirección: ayudar a formar hombres y mujeres en plena igualdad, con firmeza de principios, solidarios, patriotas, responsables, honestos, honrados, trabajadores, en fin, seres humanos dignos.
Secretariado Nacional de la Federación de Mujeres Cubanas
