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Más de 100 000 campesinos cubanos practican la agricultura ecológica, elemento que forma parte de la tradición de nuestros campos y que en los últimos años ha sido impulsado por la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños (ANAP), mediante la aplicación de la metodología «de campesino a campesino».
Así expresó Orlando Lugo Fonte, presidente de dicha organización, en la clausura del II Encuentro Internacional del Movimiento Agroecológico y la Agricultura Sostenible, que reunió en La Habana a 170 participantes de 25 países de América, Asia y África.
Según reveló el dirigente, el Movimiento Agroecológico debe concluir el año 2009 con la producción de no menos de 120 toneladas de humus de lombriz, producto que, directamente, va a mejorar los suelos.
«Hoy contamos con aproximadamente 800 compañeros trabajando de manera profesional en este grupo, desde la cooperativa hasta la dirección nacional —dijo—. Existen más de 200 000 fincas que realizan diversas prácticas agroecológicas, entre las que podemos mencionar el uso de medios biológicos, las plantas repelentes para el control de plagas y enfermedades, la reforestación, la rotación de cultivos y la conservación de alimentos por métodos tradicionales.
«Estas acciones arrojan resultados en nuestras fincas, con impactos apreciables en la producción de alimentos, el aumento de la fertilidad de los suelos, el aprovechamiento de los recursos, la disminución de la dependencia de insumos externos, la recuperación gradual del equilibrio ecológico y un rol más activo de la familia», añadió.
Lugo Fonte explicó que en 2006 los campesinos vendieron al Estado 106 millones de litros de leche, y antes de concluir 2009, la cifra será de 300 millones. «En tres años hemos crecido casi el triple de lo que veníamos produciendo», señaló.
