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El secreto de las palabras

Leer no es solo la garantía de viajes imaginativos fascinantes, también es la forma idónea para aprender a escribir correctamente. Lo sostienen jóvenes ganadores de concursos internacionales de Ortografía

Autor:

Mayte María Jiménez

¿Por qué escribir zapato con z, y no con s, silla con s y no con c, si ambas suenan muy parecidas? ¿Por qué mantener las reglas ortográficas del Español, en una sociedad donde el lenguaje avanza hacia maneras de comunicación cada vez más sintéticas, en pos de la rapidez?

Interrogantes como estas son recurrentes entre las nuevas generaciones, cuyos diálogos van desde los artilugios del intercambio oral, con frases sintéticas o aforismos de la cotidianidad, hasta las complicidades de la tecnología vía móvil o a través de Internet.

Sin embargo, varios de los estudiantes que el pasado 8 de diciembre desafiaron el infinito mundo de las palabras, en el X Concurso Hispanoamericano de Ortografía, aseguraron que escribir con buena ortografía seguirá siendo esa carta de presentación imprescindible para todos, ya sea en un examen, o en un simple mensaje, además de la garantía de contar con normas comunes de comunicación.

Los competidores, representantes de once países de habla hispana, y especialistas del patio, compartieron con nuestro diario los secretos que pueden ayudarnos a tener una buena escritura, e invitaron a una reflexión sobre la importancia actual de la misma, si de comunicación se trata.

La s bien puesta

«En Cuba hay quienes piensan que son muy literatos porque pronuncian excesivamente la Z o la V, pero ese no es nuestro hablar común, no es la norma de la nación», aseguró la doctora en Ciencias Filológicas Eloína Millares, para quien las reglas ortográficas deben respetarse desde la cultura de cada región.

La especialista recuerda que cuando escribimos un documento informal, o una carta oficial, una buena ortografía es nuestro sello de presentación. «Las palabras dicen quiénes somos, y eso no depende solo de la escuela, sino de los padres, de la familia y del mismo niño», alertó.

Si bien es cierto que este aprendizaje parte en buena medida de la escuela, al ser el espacio de intercambio de conocimientos en el que más se desarrolla el niño o el joven, la familia desempeña también un importante papel, así como el interés propio de cada persona por su superación intelectual.

«La ortografía se aplica en todo», sostiene la estudiante Karen de la Vega, única cubana que ha ganó el certamen en el año 2007. «A lo largo de la vida no solo nos comunicamos por vía oral, sino también por la escrita, por lo que se impone hacerlo bien, y respetar la identidad de cada palabra».

Estas normas al escribir son esenciales, alerta la joven «sobre todo ahora que existen tecnologías que nos conectan con el mundo entero a través de las palabras», destacó.

Desde la cuna de la lengua española, Pablo Giomi, ganador del tercer lugar, aseguró que la ortografía permite mantener la unidad de la lengua hispana.

«Es lo que hace que en cada país, aunque las palabras se pronuncien de manera diferente, todos podamos comunicarnos y entendernos a través de la escritura», advirtió.

—¿Qué opinas de quienes aseguran que mientras se entienda, no importa si la palabra se escribe con s o z?

—Seguir las reglas tradicionales siempre será importante. No hay por qué alterar la gramática de las palabras, aunque creo que sí debería eliminarse la homofonía, de manera que cada una tenga su identidad. Sería genial si lográramos una escritura más unívoca, donde cada letra se corresponda con un solo sonido.

«La buena ortografía es básica, después uno se puede dar el lujo de escribir como quiera, pero primero hay que hacerlo bien, como en otras ramas profesionales hay que conocer las normas ante todo», comentó la doctora Nuria Gregori, presidenta del jurado del concurso.

Desde su experiencia, la profesora advierte que si bien es cierto que ahora con las nuevas tecnologías y la emisión de mensajes por la telefonía celular, o por Internet, las palabras se alteran muchísimo, las personas no pueden dejar de conocer las pautas para escribir bien.

—Entonces, ¿qué factores inciden en la pérdida de la ortografía?

—Por una parte creo que el número de personas que estudian en todo el mundo es mayor y continúa en crecimiento, por lo que hay que crear estrategias educativas que permitan mantener la identidad de nuestro idioma.

«Otro factor importante es el desconocimiento de las palabras, que depende también de la cultura individual. Hay que poner un hincapié mayor en la enseñanza, que no es solo un problema de nuestro país, sino que deviene fenómeno a nivel mundial», explicó.

La experta señaló que uno de los primeros pasos es saber conjugar, desde todas las materias, las buenas prácticas ortográficas, para que los estudiantes transiten por los diferentes niveles de enseñanza con una mejor preparación.

«Hace unos años propusimos una política lingüística donde se pedía que entre las pruebas de ingreso a la universidad se hiciera una solo de Ortografía.

«Esto permitiría una mayor exigencia en el conocimiento de la lengua materna, y por consiguiente un mejor dominio del idioma para entender las demás ciencias de estudio», alertó.

En la actualidad la Ortografía es medida con mayor rigor en todas las enseñanzas y en los exámenes de ingreso, especialmente para acceder a las universidades.

Misterios entre libros

En busca de esa «clave mágica» que lleva a estos jóvenes a tener una buena ortografía, desde edades tan tempranas, nos acercamos a los competidores. Al preguntarles, todos coincidieron en que, definitivamente, un factor esencial para lograr una buena ortografía es el hábito de lectura.

María Virginia Ambrosoni, la estudiante uruguaya ganadora, confesó que leer es una forma de viajar a otro mundo, «es algo que te abre mucho la cabeza.

«Cuando te insertas en ese mundo te atrapa por completo, y creo que esta es la forma idónea para aprender a escribir correctamente. Visualizamos la palabra, y así la conocemos desde su significado».

Mientras, Yadián Guerra nos recordaba unas palabras de José Martí: «La grandiosidad del lenguaje invita a la grandiosidad del pensamiento», por eso, aseguró, «queremos que los jóvenes cubanos sepan expresarse y comunicarse de manera correcta».

Señaló la necesidad de conocer las reglas para dominar bien nuestro idioma español, aunque confesó que en realidad su ortografía no tiene mucho que ver con esas normas.

«Lo cierto es que me agrada mucho leer, creo que es la esencia de la lengua. Desde pequeño me gusta, para mí la lectura ha sido como una droga sana de la que no puedo desprenderme.

«Los jóvenes deben tomar conciencia y desprenderse un poco de esa timidez de adentrarse en el mundo de la lectura, y se puede seguir yendo a fiestas, y para nada significa que se vuelva una persona aburrida ni mucho menos. Yo soy muy divertido y me gusta compartir con amigos, y esto nunca me ha robado el tiempo para leer, o viceversa», aseguró Yadián.

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