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Encaminar al personal en el cumplimiento exacto de la misión para obtener la victoria, constituye una misión principal. Autor: Rafael Torres Escobar Publicado: 21/09/2017 | 05:03 pm
Como parte del plan en el año de preparación para la defensa de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, una gran unidad de tanques del occidente del país pasó a completa disposición combativa. Ocupó, además, una región de concentración donde cohesionó las tropas mediante el cumplimiento de misiones con austeridad y eficacia.
Los simulacros en el terreno perfeccionaron los conocimientos de las clases de preparación con la técnica y el armamento y elevaron la instrucción alcanzada.
Antes de llegar a este momento se cumplieron varias actividades: el acondicionamiento de polígonos y teatros de operaciones, el perfeccionamiento de los planes de disposición combativa y el estudio de posibles formas y medios de agresión del enemigo.
En el empeño por alistar mejor al ejército uniformado y multiplicado del pueblo, resultó esencial el trabajo con el hombre: en la moral del combatiente radican las convicciones y la disposición para sostener una causa y vencer.
Entera disposición
La tensión recorrió los rostros de los participantes. Cuando el jefe planteó las misiones, se supo qué hacer en cada circunstancia. A la puesta en completa disposición combativa, los combatientes llegaron capacitados.
Compuestas fundamentalmente por jóvenes del servicio militar activo, como parte de la preparación un porcentaje de las tropas recibió cursos en el Regimiento de Estudio. Ello permitió desarrollar las acciones con habilidad.
Las dinámicas durante la jornada inicial permitieron elevar la madurez de los soldados, mejorar la precisión del tiro, así como los elementos y la situación táctica y dinámica. Se perfeccionaron los hábitos y habilidades en el empleo de las armas de tanque e infantería.
Por el nivel alcanzado, los combatientes «han creado una identidad, un conocimiento sólido de sus especialidades, y así lo expondrán», señala el mayor Antonio Escalona Valiente.
El ejercicio demandó entrega física de los participantes y probó los conocimientos teóricos. «Los jefes tienen mucha paciencia y nos explican las misiones hasta que las entendamos», refirió el soldado Hansel Cabrera.
«Después, queda de nuestra parte repetir cada paso hasta dominarlo. Eso es fundamental en esta etapa», concluyó.
Una mano a otra mano
Junto al dominio de la técnica y el armamento, la cohesión constituye un componente indispensable para la puesta en completa disposición combativa.
Durante este tiempo, el soldado Cabrera ha aprendido mejor el significado de la palabra «colectivo», la importancia del grupo y del trabajo en equipo. «Así nuestros disparos son más efectivos y decisivos», aseguró.
Por ello, es indispensable realizar «actividades de preparación a fin de desarrollar y perfeccionar prácticas y destrezas de los jefes en los órganos de mando y en las tropas. Este elemento facilitará niveles de organización superiores y cumplir las misiones planteadas», detalló el teniente coronel Luis Enrique Vargas López, jefe de preparación combativa de la unidad.
El reto es enorme. No bastará conocer. Actuar también constituirá un punto de partida para próximas acciones, compromiso para salvar la historia y las tradiciones combativas revolucionarias.
