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Apuesta por el desarrollo integral

A jucio de la Comisión Agroalimentaria persisten muchos problemas en temas de gran importancia para los cuales ha dado propuestas y recomendaciones no siempre implementadas. Reconocen que Cuba ya es un país de ciencia. Igualmente, resaltan la capacidad transformadora de la cultura

Autores:

Dora Pérez Sáez
Agnerys Rodríguez Gavilán
René Tamayo León

La necesidad de seguir insistiendo en análisis y decisiones integrales en todo lo relacionado con la actividad agroalimentaria constituye uno de los retos más importantes que se han planteado los diputados que integran esta Comisión Permanente de Trabajo de la Asamblea Nacional del Poder Popular.

De eso habló el diputado Leonardo Martínez, cuando este sábado rindió cuenta a nuestro Parlamento, en su condición de presidente de dicha Comisión.

Martínez añadió que a partir de los estudios y las acciones de control y fiscalización, existen insatisfacciones, pues persisten muchos problemas en temas de gran importancia, para los cuales la comisión ha dado propuestas y recomendaciones, y no en todos los casos se han adoptado las decisiones necesarias para su erradicación.

«Estas experiencias negativas —expresó— muestran lo imperioso que resulta para nuestra comisión ser más exigentes para que se escuchen a tiempo y se tengan más en cuenta nuestros alertas y reclamos sobre temas estudiados con tiempo suficiente, recogidos de la savia de nuestro pueblo.

«La toma dilatada de decisiones, unido a medidas burocráticas y en no pocas ocasiones a la falta de integralidad en los análisis y acuerdos adoptados, más la ausencia de mecanismos de control y seguimiento sistemático, distorsionan o hacen que se improvisen soluciones que provocan, como ha ocurrido, graves daños en la producción de alimentos y a la economía del país.

«Por ejemplo, a partir del incremento de los precios de compra al productor en 2008, era previsible que en un corto plazo la industria alimentaria recibiría más productos, sin embargo, no se prepararon y los sorprendió. Ello creó dificultades en el acopio y comercialización y como consecuencia pérdidas de alimentos.

«Igual sucedió con la insuficiente preparación de los mataderos territoriales para el sacrificio de cerdos, a partir del aumento de las entregas en el período 2008-2009, que provocó desorganización en los sistemas de recepción y comercialización y desestimuló a los productores.

«Otra insatisfacción está en la materialización de la política de sustituir importaciones de granos. Esta debe llevar aparejado una correcta planificación que permita contar a tiempo con el combustible, maquinaria e insumos, además de cumplir las exigencias de la semilla y del secado, la clasificación y el acopio del grano. Pero a veces no se hacen análisis integrales de los sistemas productivos, y ello trae pérdidas económicas».

Esta Comisión se constituyó el 12 de mayo de 2008, en la VII legislatura, en respuesta a la prioridad  a la producción de alimentos dada por el Gobierno, considerado como un asunto de máxima seguridad nacional.

En este tiempo —dijo— sus miembros han visitado, al menos dos veces al año, el cien por ciento de las provincias y la mayoría de los municipios, y todos los sistemas productivos de los ministerios de la Agricultura, la Alimentación y el Azúcar. Y en este período la Comisión ha presentado varios estudios ante la Asamblea Nacional.

Entre los temas abordados —explicó— estuvieron la comercialización de productos agropecuarios en las provincias de La Habana, Artemisa y Mayabeque, las delegaciones municipales de la Agricultura, la producción de café y cacao, las unidades básicas de producción cooperativas (UBPC), la actividad citrícola y la tecnología de cultivos protegidos.

Cuba ya es un país de ciencia

La integración entre las diferentes organizaciones e instituciones del país para buscar e implementar de forma holística las soluciones a las problemáticas del desarrollo económico y social de la nación, es uno de los pilares de trabajo del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (CITMA).

Así lo señaló su titular, José Miguel Miyar Barruecos, durante la presentación de un informe de la labor de ese ministerio a los diputados de la Asamblea Nacional del Poder Popular, reunidos este sábado en sesión plenaria presidida por Ricardo Alarcón de Quesada, presidente del legislativo cubano.

Los parlamentarios conocieron en detalle la estructura y funcionamiento del organismo que rectorea y lidera la actividad científico-técnica, la innovación y la gestión, protección y preservación ambiental.

Las direcciones de Medio Ambiente y de Ciencia e Innovación Tecnológica del CITMA, el Instituto de Meteorología (INSMET) y el Centro Nacional de Investigaciones Sismológicas (CENAIS) ofrecieron a los parlamentarios antecedentes y contextos, y el desarrollo actual y perspectivo de su trabajo.

También presentaron su descargo a los parlamentarios varias instituciones del Sistema de la Biotecnología cubana: el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB), el Centro de Inmunología Molecular (CIM), el Centro de Inmunoensayos, el Instituto Finlay  y el Centro de Neurociencias de Cuba (CNEURO).

En resumen, fue una mañana que permitió constatar a los diputados que Cuba ya es, de hecho, un país de ciencia, como lo orientó y auguró el Comandante en Jefe Fidel Castro el 15 de enero de 1960.

Desarrollo sostenible

Orlando Rey, director de Medio Ambiente del CITMA, señaló que entre los principales problemas ambientales del archipiélago están la degradación de los suelos, las afectaciones a la cubierta vegetal, la pérdida de diversidad biológica, la contaminación, y las carencias y dificultades con la disponibilidad y calidad del agua, entre otras.

Estas son consecuencias —dijo— de las condiciones históricas heredadas y de la agresión y bloqueo a que ha sido sometido el país durante más de medio siglo, pero también de la actitud irresponsable de ciertas instituciones y personas.

Y si no han sido mayores es, precisamente, por la monumental obra de la Revolución en todos estos escenarios en más de cinco décadas. Un ejemplo, en 1954 la cubierta forestal de la nación era de apenas 14 por ciento, hoy, casi llega al 27 por ciento; otro: el agua embalsada entonces era de 40 millones de metros cúbicos, hoy, se tiene capacidad para almacenar más de 9 000 millones; uno más: antes casi eran inexistentes las áreas protegidas, hoy, una buena porción del país, tanto terrestres como marítima, goza de esta condición.

Otra de las problemáticas es la planteada por el cambio climático global. Cuba —explicó el ejecutivo— ha establecido una serie de estrategias y medidas para la mitigación y adaptación a este proceso mundial provocado, en primer lugar, por las grandes industrias y los estándares de consumo en los países desarrollados.

Economía y ciencia

El sector es hoy uno de los más importantes renglones del comercio exterior del país, informó el doctor Vito Quevedo, jefe de la Dirección de Ciencia, Tecnología e Innovación del CITMA.

Esta Dirección cuenta con más de 236 entidades de ciencia e innovación y 130 centros de investigación, y tiene entre sus bases la formación en el último medio siglo de un millón de graduados universitarios.

La ciencia está presente e impacta —añadió— en las actividades priorizadas del desarrollo económico y social de la nación, desde el polo biotecnológico, el sector de la energía, la producción de alimentos, hasta las áreas sociales y humanísticas, entre otras.

El doctor Luis Herrera Martín, director del CIGB, señaló por su parte que la industria farmacéutica y biotecnológica es hoy el segundo renglón de bienes exportables del país; mientras que el doctor Agustín Lage, director del Centro de Inmunología Molecular, resaltó el carácter de empresas de alta tecnología que tienen las entidades científicas e industriales del Polo Científico del Oeste de La Habana.

Los doctores José Luis Fernández Yero y Concepción Campa, directores del Centro de Inmunoensayo y del Instituto Finlay, respectivamente, expusieron en sus informes el impacto que ha tenido en la salud y calidad de vida del pueblo cubano y de países del Tercer Mundo y otros, la producción de equipos de alta tecnología como el SUMA —Centro de Inmunoensayo— y las vacunas generadas y producidas en el Instituto Finlay.

Desde la comunidad

En nuestros barrios, zonas montañosas, sitios urbanos, fábricas, centros de estudios y en todos los espacios de nuestras comunidades, donde nuestra gente vive, trabaja y crece hay una riqueza cultural todavía inexplorada. Si todo ese torrente de sentimiento y creación se estudia, se orienta, se comparte, desde la comunidad misma, mucho mejores y mayores serán los resultados en el desarrollo integral de nuestro pueblo.

Esa fue la propuesta que hizo  a los diputados Omar Felipe Mauri, miembro de la Comisión de Educación, Cultura, Ciencia y Tecnología.

La presentación del Informe sobre la situación del trabajo cultural comunitario y su contribución a la sociedad cubana en el momento actual mostró el resultado de la labor que desde hace un año viene realizando un grupo de trabajo por mandato de la Comisión sobre tan importante actividad para un crecimiento mayor de nuestro pueblo, en lo humano, lo espiritual, lo cultural, lo económico y lo social, allí, en su espacio cotidiano de realización.

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