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Fidel les entregó más que tierras

Rosaura Relova Fiallo guarda intactas en su memoria las historias que de pequeña escuchaba de los labios del abuelo Felipe Relova, uno de los seis campesinos que recibió de manos de Fidel la propiedad de su tierra el primero de marzo de 1959 en el poblado de Las Martinas

Autor:

Dorelys Canivell Canal

LAS MARTINAS, Pinar del Río.- Rosaura Relova Fiallo ya no es una niña, ni siquiera una joven. Sin embargo, guarda intactas en su memoria las historias que de pequeña escuchaba de los labios del abuelo Felipe Relova, uno de los seis campesinos que recibió de manos de Fidel la propiedad de su tierra el primero de marzo de 1959 en el poblado de Las Martinas, bien al occidente cubano. Otros 340 títulos serían otorgados esa jornada.

Cuentan que Fidel arribó en un barco por el puerto de La Fe, otro asentamiento cercano, y se trasladó hasta donde lo aguardaban. Llegó hasta allí no por casualidad. La historia recoge en el lugar innumerables muestras de apoyo a la Revolución antes de su triunfo y la localidad tenía labrada en su piel las crueldades de la tiranía.

Felipe Relova pasó la posesión a su hijo Bartolo, padre de Rosaura, y murió al llegar a las 8 décadas de vida.

Mas esta mujer no tiene palabras para agradecer el gesto: «Mi abuelo vivía orgulloso. Todavía mi padre a sus 72 años trabaja en ese campo y siembra tabaco, viandas, hortalizas. Si hoy he llegado hasta aquí es porque se los debía a ellos», dice al concluir el acto en conmemoración al aniversario 58 de la entrega de los primeros títulos de propiedad de la tierra en el país.

Este hecho fue concebido como el antecedente más cercano a la Ley de Reforma Agraria. A Jesús Rodríguez Álvarez ya lo habían desalojado los casquitos y tuvo que echar a andar con sus 10 hijos. También hubo tierras para él, y aunque la felicidad tocó a su puerta siendo bastante mayor, vio a sus menores trabajar la finca que le entregara el barbudo que había bajado de la Sierra.

Neida Rosa recuerda así ese día: «Yo tenía 12 años y me había apurado en los quehaceres del hogar, era todo un acontecimiento. Mi abuelo murió después, pero se fue con la satisfacción de que nadie más iba a echar a su familia al camino ni le quitaría la tierra que les daba de comer».

Los descendientes afirman hoy que no solo se les entregó la tierra, sino también la libertad.

En el homenaje este miércoles, quedó reinaugurada una tarja que recuerda la visita del Comandante a los predios de Las Martinas en 1959.

Rafael Santiesteban Pozo, presidente nacional de la Anap, destacó la necesidad de aprovechar el fondo de tierras disponibles, ahorrar los recursos naturales, usar la ciencia y la técnica, así como incrementar los niveles de siembra y los rendimientos en cada estructura productiva.

Asistieron además los miembros de Comité Central Gladys Martínez Verdecia, primera secretaria del Partido en Pinar del Río, y el Comandante del Ejército Rebelde Julio Camacho Aguilera; y Ernesto Barreto Castillo, presidente de la Asamblea Provincial del Poder Popular.

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