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Unidos por una amistad especial y duradera Autor: Laura Borges Publicado: 30/03/2018 | 03:34 am
Intervención de la Primera Secretaria del Comité Nacional de la Unión de Jóvenes Comunistas en el Encuentro de Solidaridad de las Juventudes de Cuba y Vietnam
Compañero José Ramón Machado Ventura, Segundo Secretario del Comité Central del PCC,
Estimado Le Quoc Phong,
Distinguidos compañeros de la presidencia,
Jóvenes aquí reunidos,
Nuestros países están unidos por una amistad especial y duradera. Hace más de un siglo la historia de los dos pueblos se fundían, cuando un día 19 de mayo nacía Ho Chi Minh y en esa misma fecha, de años diferentes, caía en combate José Martí. Ambos próceres asumieron la lucha por la independencia de la Patria como lo más sagrado, la unidad como premisa de victoria y cifraron en los niños y jóvenes la esperanza de un futuro luminoso.
José Martí escribió para los niños cubanos un maravilloso texto, en su Revista La Edad de Oro, contando sobre el Vietnam laborioso, noble e inteligente; pueblo de tantas proezas capaz de derrotar a tres imperios: Japón, Francia y Estados Unidos.
Como gesto de recíproca amistad, recordamos las hermosas palabras del Tío Ho, en octubre del 66, cuando dijera «... nuestros países geográficamente son antípodas, pero hay una identificación completa en lo moral».
Los escenarios y las épocas han ido cambiando, pero los grandes retos y desafíos no han desaparecido. La agresividad colonialista de ayer se transformó en las garras sangrientas del imperialismo, que ha tenido en los gobiernos sucesivos de Estados Unidos de América su máxima expresión de odio, ambiciones y amenazas para la humanidad.
Nuestros dos pueblos han sufrido el embate imperial y ambas naciones han demostrado al mundo la vigencia de que: una idea justa desde el fondo de una cueva puede más que un ejército, como lo enunció el Apóstol de la independencia de Cuba.
Los jóvenes de esta Isla y los vietnamitas siempre hemos sido soldados de primera fila en la defensa de la Patria, tanto con las armas en la mano, como en otras trincheras de la economía, el estudio, la ciencia, el deporte y la cultura.
Hoy nos sentimos protagonistas de una obra que hemos heredado de generaciones heroicas que nos han antecedido, nos sentimos continuidad y futuro, sabemos que sobre nosotros se enfilan los cañones del enemigo histórico de los pueblos, amenazando con sus balas y sus programas subversivos, pretendiendo que nos alejemos de los mejores valores de nuestra historia, algo que jamás podrán conseguir.
En esta mañana tan significativa para todos, se respira el orgullo de ser revolucionarios de estos tiempos, de ser hermanos de una lucha larga y necesaria que no permite cansancio ni pesimismos, reunirnos aquí es afianzar los profundos lazos de amistad y cariño que nos unen desde hace décadas, nos compromete a seguir adelante y es una demostración de unidad que destruye las aspiraciones de quienes pretenden borrar el socialismo de nuestras tierras.
Tanto en Cuba, como en Vietnam, a pesar de bloqueos y agresiones no han podido impedir que sean los jóvenes los que se alisten en las tareas más duras y en las misiones más difíciles, allá en la patria de Ho Chi Minh el país avanza seguro irradiando un ejemplo de resistencia y valor que la humanidad jamás olvidará; acá, en esta patria de Fidel y Raúl se trabaja sin descanso, se perfecciona la obra y se superan duros obstáculos, sin renunciar nunca a la gloria que hemos vivido.
Queridos camaradas, este especial momento que aquí nos reúne es el marco perfecto para ratificar la inquebrantable amistad entre la Unión de Jóvenes Comunistas de Cuba y la Unión de Jóvenes Ho Chi Minh; lo cual nos da más fortaleza para seguir adelante y para cosechar éxitos en el empeño de cultivar en las nuevas generaciones el amor por sus tradiciones y la identificación con la historia.
En ese empeño, queremos agradecer los numerosos gestos solidarios de la juventud vietnamita dirigidos a nuestros niños y jóvenes y especialmente el donativo de hamacas y tiendas de campaña recientemente recibidos, que servirá para impulsar precisamente esos objetivos en el trabajo patriótico.
Hermanos vietnamitas, como dignos continuadores del legado imborrable de Ho Chi Minh y Fidel y con la certera guía de nuestros gloriosos Partidos comunistas, levantemos ahora y siempre el estandarte del socialismo y demostremos al mundo que ese es el camino justo y humano que necesitan nuestros pueblos.
¡Vivan por siempre las ideas de Ho Chi Minh y de Fidel!
¡Viva el Socialismo!
¡Viva la eterna e indestructible amistad entre Cuba y Vietnam!
