«El agente secreto» es una de las películas triunfadoras este año. Autor: www.sensacine.com Publicado: 02/11/2025 | 08:20 am
Este año ha sido de trascendentales triunfos para el cine latinoamericano. Y como el Festival de La Habana ya calienta motores, es oportuno hablar de los filmes que consolidaron su prestigio en festivales internacionales, con comentarios elogiosos de los especialistas, porque es probable que los mencionados integren la competencia principal del que sigue siendo el mayor evento audiovisual de cuantos ocurren en Cuba. Por lo pronto, quisimos mencionar la tríada de triunfadores que integran el filme brasileño El agente secreto, el chileno La misteriosa mirada del flamenco, y el colombiano Un poeta.
En cuanto al examen del período de dictadura militar en Brasil, y de un período signado por la represión, la persecución política y la censura, O Agente Secreto continúa la estela de triunfos de Todavía estoy aquí, de Walter Salles, que ganó el Oscar a la mejor película extranjera en 2024. Con estructura de thriller policíaco, envolvente suspenso, atmósfera paranoica, y persecuciones, el nuevo triunfo del cine brasileño se ambienta en 1977, exactamente en Recife, ciudad adonde llega, con la esperanza de iniciar una nueva vida, Marcelo, un hombre de unos 40 años que intenta escapar de su pasado, y luego es amenazado de muerte.
Ganadora en Cannes del premio a la mejor dirección, para Kleber Mendonça Filho, y al mejor actor para Wagner Moura, el realizador está considerado uno de los mejores del país, luego de la excelente Bacurau (2021) que también alcanzó un premio del jurado en Cannes y otra multitud de reconocimientos en diversos países. Con amplio reconocimiento internacional por la serie Narcos, y las dos partes de Tropa de élite, además de la exitosa participación en el cine norteamericano mediante superproducciones como Guerra Civil y Elysium, Wagner Moura ha expresado su satisfacción por regresar al cine nacional, y hablar en su idioma natal, en un proyecto que habla sobre la historia de su país, centrado además en la zona nordestina de donde son originarios el actor y el director.
Respecto a las razones de retroceder cincuenta años en el tiempo, Kleber Mendonça Filho declaró que «en cuanto le decía a alguien que su nueva película se ambienta en 1977, la primera palabra que sale es “dictadura”. Lo cual está bien, pero en el cine brasileño, y también en el argentino, existe el subgénero de la película sobre la dictadura. El desafío consistía en hacer una película sobre la lógica de aquella época sin cumplir todos los requisitos de la película sobre la dictadura. No estoy en contra de esas películas. De hecho, acabamos de tener una película muy fuerte y hermosa en el cine brasileño, dirigida por Walter Salles, que hizo maravillas para muchos jóvenes que ni siquiera conocían ese momento de la historia. Pero con esta película, se trata mucho más de la atmósfera sicológica. Me interesa la lógica de las cosas: la lógica de Brasil, o la lógica de estar enamorado del cine. Aquí quería captar la lógica de la época».
Después de los muchos lauros alcanzados por varias películas chilenas con personaje LGBTQ, como Una mujer fantástica (2017, Sebastián Lelio) o Tengo miedo torero (2020, Rodrigo Sepúlveda) llega ahora, avalada por el premio de la sección Una cierta mirada, del Festival de Cannes, la ópera prima de Diego Céspedes: La misteriosa mirada del flamenco, recientemente seleccionada por la Academia de Cine de Chile para representar al país en las categorías de mejor película internacional en los Premios Óscar y mejor película iberoamericana en los Premios Goya de 2026.
También se ambienta en el pasado la película chilena. Exactamente la acción ocurre en el norte de Chile, en 1982, y es protagonizada por Lidia, una niña de once años que es testigo de la llegada y propagación del VIH/sida en el país. Y la pandemia la afecta especialmente porque su madre adoptiva es una travesti que se hace llamar Flamenco, porque la amorosa familia queer es empujada hasta los confines de un polvoriento pueblo minero. El horror comienza cuando en el pueblo se murmura que la enfermedad se transmite a través de una sola mirada, cuando un hombre se enamora de otro. Entre los elementos más inusitados del filme se cuenta cierta recurrencia a los códigos del oeste, puesto que la niña lidera una búsqueda de la venganza, y se decide a proteger a su familia de la violencia, el miedo y el odio dominantes.
Luego de ganar el importante reconocimiento en Cannes, se acumularon los elogios en los festivales de Melbourne y Toronto, y en varios foros, Marcelo Céspedes reconoció La misteriosa mirada… como una película «profundamente humana, que te hace llorar y reír, y nos recuerda que el respeto a lo diferente y el amor en todas sus formas siguen siendo vitales para los seres humanos en tiempos oscuros». Además, también declaró que «en este momento tan oscuro que estamos viviendo, donde la ultraderecha está cada vez tomando más espacio, películas como esta son una clara señal de la posición de la gente del cine chileno. Y eso nos da mucha esperanza de que estamos construyendo algo importante».
El filme colombiano más exitoso de 2025, en el circuito festivalero que probablemente continúe en La Habana, es la comedia negra Un poeta, que ya ganó el premio del jurado y el del mejor actor (Ubeimar Rios) en el festival de Lima, además de recibir el Premio Horizontes Latinos en San Sebastián, y el premio del jurado en la sección Una cierta mirada, de Cannes. El filme narra la historia de un poeta de buen corazón que, tras haber ganado un prestigioso premio en su juventud, no logró escribir versos nunca más, y después enfrenta una vida marcada por la inestabilidad en todos los sentidos, hasta que conoce a una adolescente de clase baja con un increíble talento del que no es en absoluto consciente, e intenta ayudarla para que triunfe en el complejo mundo de la poesía.
Además de convertirse sorprendentemente, en un éxito de taquilla en Colombia, Un poeta ha sido elogiada en Múnich, Toronto y Melbourne, y seleccionada para representar al cine nacional en los Premios Oscar y los Goya. Simón Mesa, el director, la define como «una película que habla de la frustración, y también del goce. Porque el cine me obsesiona, pero también la presión de hacerlo bien me puede asfixiar. Partimos de una pregunta incómoda: ¿qué pasa cuando el sueño del arte no se cumple, pero seguimos vivos? ¿Cómo seguimos? Yo sentía que necesitaba contar eso antes de rendirme. Y me lancé».
El agente secreto, La misteriosa mirada del flamenco, y Un poeta expresan la enorme diversidad temática y estética, y los altos estándares artísticos de las cinematografías latinoamericanas. Probablemente las veremos en diciembre.
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